Durante meses expertos en el sistema eléctrico, exrepresentantes del consumidor y la UTIER estuvieron denunciándolo. Pero no solo la gerencia sino el Gobierno descartaron la denuncia con una convicción escalofriante. Nuestro sistema de generación eléctrica necesitaba mantenimiento, decían. La información fue desmentida, pero la verdad ha quedado evidenciada con un reciente informe que apunta a un grande y rotundo “te lo dije”. El mantenimiento de las plantas grita “auxilio”.
El documento fue dado a conocer por el recién nombrado director ejecutivo de la Autoridad de Energía Eléctrica, Jousé Colón, luego de haber visitado las plantas justo después de su designación. ¿La conlcusión? Siete unidades están fuera de servicio por culpa de averías y daños sin atender. De esas, según el informe, existen dos que no están en operaciones desde 2014. ¡Siete años sin ser reparadas! ¡Siete! Pero mientras esas dos plantas enfrentaban averías sin reparar y el resto se iba dañando una a una, el Gobierno insistía -a sabiendas- en que en la AEE todo estaba “en orden” y que el mantenimiento era el “adecuado”. Desde luego que a mi esos términos tan maleables comúnmente utilizados por la clase política y el Gobierno siempre me levantan múltiples banderas. ¿Qué es algo “adecuado”? Queda clarísimo que, en este caso, es el mantenimiento que la gerencia quiso brindar a las plantas. Ni un centavo más ni un centavo menos. A todas luces, esa definición de lo “adecuado” no se ajustaba a “correcta” o “suficiente”. Según el informe, para poner al día la generación de la AEE hará falta una inversión de $163 millones. Ese descubrimiento, al que solo logramos acceso como consecuencia de la crisis que ha provocado el cambio de mando en la Autoridad, confirma la mentira sobre el mantenimiento “adecuado”. Esos $163 millones son más de que los $108 millones que fueron asignados al mantenimiento del componente de generación.
Por eso la semana pasada pregunté al Gobernador qué en concreto se haría para garantizar la estabilización del componente de mantenimiento más allás de cambiar la gerencia en medio de una crisis real que ha provocado otra crisis en la opinión pública. Después de todo, ese truco ya lo hemos visto mil veces. Cada Gobierno acechado por la crisis en alguna de sus dependencias apuesta al machete para cortar de raíz el rostro público que provoca el malestar general. Pero sin el presupuesto adecuado, no basta con cambiar la alta plana de la AEE para estabilizar el sistema. A mis preguntas, el Gobernador dejó claro que $108 millones debían ser “suficientes” para atender los requerimientos de mantenimiento. Pero no lo son. Al insistir en qué se haría más allá de cambiar al director y al presidente de la Junta de Gobierno y si se buscaría ampliar el presupuesto de la AEE, el primer ejecutivo fue enfático en que si esos $108 millones probaban no ser suficientes, entonces habría que buscar el dinero sacándolo del resto de los $300 millones del presupuesto general de la AEE. Al insistir en saber si estaba dentro del plan enmendar el contrato con LUMA para reducir su presupuesto y redirigir fondos a la AEE, el Gobernador fue claro en que no. Que la cantidad de dinero asignada el presupuesto de LUMA está estipulada en el contrato firmado por el Gobierno y que se extiende por 15 años.
Así que si $108 millones para mantenimiento no son suficientes para el que operen bien las plantas y si no se buscará aumentar el presupuesto total de la AEE, está por verse de qué partidas se eliminará dinero dentro del presupuesto operacional de la AEE para solucionar las deficiencias en las plantas. También está por verse cómo esa redistribución de recursos pueda afectar otras áreas dentro de la corporación.Mientras todas esas preguntas aguardan por contestación, lo que no es posible debatir es que aun cuando se negó mil veces, el presupuesto de mantenimiento es inadecuado, y punto. Trataron de engañarnos.
