¿Te has sentado a pensar en como te hablas? ¿Cómo te miras? Esta es la perspectiva más importante. “Como te ves, te veo” dice mi abuelita y no hay nada más cierto. No les pasa que se levantan de buen humor y tienen el mejor día de sus vidas y de la misma manera cuando es de mal humor. Dicen los datos que las voces en nuestra mente, nuestros pensamientos… se basan en 95% inconscientes, 90% repetidos y 85% negativos. No es para alarmarlos, si no más bien para agregarles valor, que vean con que estamos bregando y que entiendan que tiene solución.
Se trata de hacer paz con tus pensamientos y reconocer cuando estás fuera de alineamiento. Hay pensamientos que te hacen sentir bien, leve, inspirada y otros que pesan más. En vez de juzgarlos pregúntenle ¿cual sería el propósito de ellos estar ahí? ¿Qué mensaje intentan enviar? Si no entendemos el porque seguiremos en el mismo ciclo.
Le llamo alquimista de mi perspectiva, por ejemplo: un pensamiento negativo sobre mi aspecto físico. Como alguien que sobrellevo body dysmorphia se que esto es parte del proceso y no me juzgo. En días difíciles me recuerdo mi progreso y todo lo que he aprendido. Me recuerdo las partes de mi que amo y me miro con amor y compasión. En esos días es donde se aplica el trabajo aprendido.
