Al igual que ustedes, tengo muchas razones para dar Gracias. La principal; mi familia. Sin embargo, hoy utilizaré la oportunidad para agradecer con estas letras a mi país. A aquellos que con la fuerza de su voto depositaron su confianza en mí.
Quiero dirigirme a todos ustedes, a los que me eligieron y a los que no, reconociendo los momentos álgidos que hemos tenido que enfrentar juntos como país. Durante mi recorrido por la isla he recibido de primera mano sus exigencias con mucha atención. He sentido sus frustraciones, y les confieso que, en muchas ocasiones, también las siento. De la misma forma agradezco sus buenas vibras y la esperanza con la que me contagian. Me siento muy afortunado y les prometo, contundentemente, que continuaré siendo su voz.
Son estos momentos en los que su fuerza me pone a prueba. En momentos difíciles es donde demostramos quiénes somos realmente. Con la seriedad que me caracteriza, les reafirmo que nunca he olvidado a quién represento y que jamás lo olvidaré. En muchas ocasiones coincidiremos, en otras tendremos diferencias. Pero siempre conocerán lo que pienso y las razones que me mueven a ello. La meta es clara; construir un mejor futuro para nuestra gente. Esa es la verdadera fuerza que nos mueve.
Les reitero mi compromiso con una sociedad más justa y equitativa. Unamos fuerzas para combatir y superar los obstáculos que tenemos de frente. Reafirmemos las causas que nos unen como pueblo. Las aspiraciones del país nunca serán un juego, ni de niños ni de adultos. Con mis actos continuaré cumpliendo su mandato de atender con seriedad sus reclamos, sin excusas. Confíen en que siempre utilizaré la razón y no consideraciones ajenas al bien común. Gracias por honrarme con su sagrada confianza. Hagamos de Puerto Rico nuestro mayor proyecto. Hagámoslo juntos.