Antes que terminara este 2021 hubo una boda que quizá pasó por debajo del radar, sin mucho ruido, pero ustedes saben cómo soy, me enteré y les voy a contar con lujo de detalles, presentao al fin. Espero me hayan guardado el centro de mesa que acostumbro tumbarme, digo, llevarme de las bodas.
El pasado 28 de diciembre se casó nuestro Hall Of Fame de la FIBA y excentro de la Selección Nacional de baloncesto de Puerto Rico, la leyenda José Rafael Ortiz Rijos, mejor conocido como “Piculín” con su pareja por casi 13 años Sylvia Ríos. Ese día hubo party doble ya que cumplí 2 años de casado con mi esposa Naomi, de los 12 que llevamos juntos.
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La boda del Picu y Sylvia fue íntima, solo con algunos familiares, en la casa del hermano de Sylvia en Caguas. Los casó la licenciada Marta Villares Señeriz.
Los propietarios de la famosa pizzería “Vintage Pizza Bar & Co.” en La Parguera (que estoy loco por ir) tienen un compromiso de amor por más de una década y decidieron oficializarlo justo en el momento perfecto, tanto por ellos como por sus respectivas madres, Minerva Ortiz, madre de Sylvia, de 85 años y Elba Rijos, mamá del Picu, de 87 años. Ambas son los amores de sus vidas. Los padres de la pareja ya fallecieron.
La boda fue organizada en solo tres semanas ya que la hija del Picu, Neira Ortiz, quien es voleibolista profesional y juega en Europa, venía de visita solo unos días y era importante para ellos que pudiera estar ese día tan especial.
Tanto para Picu como para Sylvia son sus segundas nupcias (ay, qué fino me quedó, en vez de decir que se han casado dos veces).
Un detalle que llamó la atención fue que aunque se tiraron la tela, como pueden apreciar en estas imágenes exclusivas, se casaron en tenis. Pero no unos tenis cualquiera. Picu llevaba puestos unos tenis, cuyo arte, fue obsequiado por Nota Arts & Designs y tienen elementos de su historia deportiva con los Atléticos de San Germán y Cangrejeros de Santurce. Como ven en la foto, tiene las palancas y claro, su icónico #4. Además, su negocio por el que han luchado mucho a pesar de terremotos y pandemia. Y claro, los “paws”, las huellitas, por el amor que le tienen a los perros.
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Muchas felicidades a esta hermosa pareja. Les auguro muchos años más de felicidad. Los que se casan un 28 de diciembre duran para toda la vida.
Picu, aunque no has posteado nada en tus redes sobre tu boda, sabes que no se me pasa una. Todo para que me corillo que me lee siempre, se entere #PrimeroConElNalgo.