Puertorriqueño investiga los gongolíes gigantes de PR

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El doctor Jorge Santiago Blay, científico puertorriqueño del Instituto Smithsonian de Washington, DC, investiga desde el año 2008 los gongolíes arbóreos gigantes de Puerto Rico e Islas Vírgenes.

Destacó que los gongolíes realizan una labor importante ya que airean los suelos y descomponen el material vegetal muerto, que luego defecan, y se convierte en un fertilizante de las plantas.

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Desmintió, asimismo, que se trate de un insecto peligroso: “Muchos piensan que pican o muerden y les tienen miedo. En Puerto Rico, los conocen con muchos nombres: gongolí, gongolón, gungulén, gongola, entre otros. Pero son inofensivos”, aclaró el científico en una conferencia (“Importancia de los Artrópodos”) ofrecida en la Casa Verde de la Reserva Natural Humedal Punta Tuna, de Maunabo.

Santiago Blay explicó que dentro de esta especie, Anadenobolus arboreus, hay gongolíes de diferentes colores y que en Puerto Rico existen entre 50 a 60 especies de gongolíes.

El doctor mostró en sus manos diferentes tipos de gongolíes, lo que asustaba a muchos de los presentes en la conferencia los que pensaban que podían ser picados o mordidos. Luego de explicarles que no tienen que temerles, muchos comenzaron a tomarlos.

“Ellos se enrollan cuando uno los toca, lo cual lo hacen para protegerse”, explicó mientras mostraba en sus manos varios gongolíes enrollados en sus dedos.

“A veces, cuando uno los toca, los gongolíes emiten un líquido amarillento de olor a yodo, que utilizan para protegerse de sus enemigos”, explicó el doctor Blay.

Luego de aparearse, la mayor parte de las hembras de los gongolíes depositan pequeños huevos. Cuando estos gongolíes arbóreos nacen tienen un color grisáceo y adquieren sus hermosos colores más tarde en su desarrollo.

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