En 2015, llegó a nuestras salas de cine la cinta que se convertiría en la producción boricua más taquillera en la historia del cine puertorriqueño, con un efectivo junte que rompió los esquemas del cine local, presentando de forma jocosa algunas de las diferencias entre puertorriqueños y dominicanos, y destacando cómo esas mismas diferencias nos unen.
Cuatro años y varios millones de dólares en taquilla más tarde, llega la esperada secuela de la divertida cinta Los domirriqueños, en una nueva historia que llevará a nuestros protagonistas a trasladar su casi inexistente talento en el baloncesto, a instruirse en el arte circense. Luego de defender con éxito la cancha de baloncesto de su barrio, Samuel, Papo, Paputi, Nico, Chucho y Pito se enfrentan a un cuantiosa demanda, cuando accidentalmente ocasionan serios daños a la casa de una mujer adinerada (Alba Nydia Diaz), a quien le realizaban trabajos de remodelación.
PUBLICIDAD
La desesperación los llevará a organizar un circo para poder pagar los daños. Esta premisa, aunque podría resultar inverosímil, la dejamos a un lado para enfocarnos en acompañar al grupo en la travesía para lograr su misión.
Te podría interesar:
- Se reduce la sequía moderada
- Charbonier le recuerda a Laboy que la Legislatura es bicameral
- Molusco: Puerto Rico está comprometido con hacer buen cine
Con su peculiar estilo de comedia, los dominicanos Fausto Mata, Aquiles Correa y Tony Pascual se enfrentan de tú a tú con el humor de los boricuas Jorge Pabón (el Molusco), Alejandro Gil, Carlos Vega y Eugenio Monclova, a quienes se les une el exitoso dúo cubano Los Pichy Boys, en diversas escenas que funcionan porque cuentan con el sabor y el pique caribeños que nos permitirá identificarnos, logrando arrancar carcajadas constantemente.
Los momentos que más destacan y conectan son aquellas interacciones que resaltan las diferencias dentro de la misma lengua, a lo que el guion le saca punta efectivamente.
El mano a mano entre comediantes puertorriqueños y dominicanos fluye efectivamente aterrizando muchos de los chistes. No podemos ignorar el elemento dramático de la cinta, que lo proveen los personajes del Molusco y Stephanie Liriano, quienes están pasando por un difícil momento en su relación, provocando algunas acertadas pausas en la comedia de la cinta.
Los pequeños problemas que presenta la producción son subsanados por el buen timing para el género humorístico y la improvisación que tienen las figuras principales del elenco, gracias a su experiencia y carisma que fortalecen la química entre todos los artistas que participan. Ante sala llena, que incluía un gran número de niños y adolescentes, tuvimos la oportunidad de disfrutar de esta producción que, sin duda, fue del agrado de todos los asistentes, particularmente de los más jóvenes, cuyas carcajadas se sentían en todo momento.
PUBLICIDAD
El éxito de esta oferta reside en que el equipo de producción de Piñolywood (que incluye los talentos de Pabón, como productor, y del director Transfor Ortiz, quien continúa su ritmo ascendente como uno de los cineastas más exitosos de la escena local), ha logrado adaptar la fórmula de cintas dirigidas a toda la familia, con figuras seguidas por un público masivo.
En fin, Los domirriqueños 2 es una entretenida cinta que nos deja con curiosidad por la próxima aventura de este grupo, que ya se anunció.