Fueron y son muchas las luchas que enfrentó la clase trabajadora en el 2021: aumento al salario mínimo, contra la privatización (LUMA, HMS Ferries), por una verdadera reforma laboral, por un retiro digno, en contra de las medidas de austeridad impuestas en el Plan de Ajuste de la Deuda, por la auditoría y cancelación de la deuda, por una Universidad de Puerto RIco más democrática, por la Carrera Magisterial y otras. La organización y la movilización de los sectores sindicales, estudiantiles, de trabajadoras y trabajadoras, mujeres, de las comunidades LGBTTIQ, activistas ambientales, pensionadas y pensionados, sector artístico, con diversidad funcional, afrocaribeñas, comunidad científica, entre otros, demostraron el potencial que tienen las movilizaciones sociales de elegir gente que representen sus intereses. Debemos continuar organizándonos para sacar al bipartidismo tradicional de nuestra política. Por décadas han gobernado estos dos partidos -PNP y PPD- y nuestro bienestar y calidad de vida no parece mejorar.
Las luchas se dan precisamente porque quienes se eligen a puestos públicos dejan de representar a quienes les eligieron. Si quienes legislan lo hicieran a favor de las grandes mayorías, de la clase trabajadora, de quienes dependen de recibir un salario para poder sobrevivir, no sería necesaria la movilización. Pero este no es el caso en Puerto Rico. Un gran triunfo para las luchas de las mujeres y la comunidad Trans fue la implementación de la Ley 40-2021 para incluir el delito de feminicidio y transfeminicidio como asesinato en primer grado y proveer para la recopilación de estadísticas. Esta legislación también es una victoria de los reclamos y movilizaciones que por años llevaron mujeres, feministas e integrantes de las comunidades LGBTTIQ. Aunque en reiteradas y vergonzosas ocasiones el estado recibe a estas comunidades marginalizadas con represión y violencias, no se quitan y pudieron ver un gran paso en sus luchas, fruto de la organización y la movilización. Mi invitación es a que continuemos uniéndonos en frentes comunes para que -mediante la organización y movilización- continuemos alcanzando victorias.