Fue un maratón de 18 entradas y poco más de siete horas, pero Filípides no hizo falta, porque los Dodgers de los Ángeles se encargaron de defender la casa y sacar un triunfo dramático, por 3-2, en la decimoctava entrada.
Max Muncy se fue la para la calle y le puso punto final al encuentro.
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Ante más de 53 mil fanáticos, el novato lanzador Walker Beuhler ponchó a siete bateadores de los Medias Rojas de Boston y apenas permitió dos hits para guiar a los Dodgers y darles un segundo aire. No obstante, fueron nueve los lanzadores que se combinaron para extender las esperanzas de los californianos.
Boston, equipo que dirige el boricua Alex Cora, todavía lidera la serie, 2-1, pero los Dodgers parecen empeñados en demostrar que aún queda mucho béisbol por jugarse, a pesar de que desde 1996 (Bravos de Atlanta) ningún equipo ha desperdiciado una ventaja de 2-0 en el Clásico de Otoño.
Los Dodgers, que habían ganado diez de sus 13 juegos de postemporada en casa —desde el inicio de la postemporada pasada, abrieron la pizarra con jonronazo solitario de Joc Pederson en la tercera entrada. El zurdo, que desapareció la pelota por cuarta ocasión en su historial de Serie Mundial, le puso fin a una racha de 24 turnos seguidos sin hits de su equipo, que no pegaba indiscutible desde que el cubano Yasiel Puig dio línea en la 4ta entrada del segundo choque.
Sin embargo, en el octavo capítulo Jackie Bradley Jr. igualó la pizarra con otro bambinazo. El resto es historia.
Vale la pena destacar que Boston registraba promedios ofensivos de .364/.440/.545 (8 hit en 22 turnos) y había acumulado nueve carreras (de 12 en los primeros dos juegos de la serie) luego de dos outs ante los Dodgers.
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Boston venía de ganar 14 de sus 16 juegos de Serie Mundial desde el inicio del Clásico de Otoño de 2004. Asimismo, no perdían un juego en la carretera desde el 23 de septiembre. En en esta postemporada los de Cora no habían saboreando la derrota en cinco compromisos en casa ajena.
Importante señalar que, antes del juego, Beuhler registraba efectividad de 1.67 (15 ER/80.2 IP) en 13 aperturas como local en Los Ángeles (incluida la postemporada).
Los Medias Rojas dejaron nueve corredores en circulación y se fueron de 7-1 con corredores en posición de anotar. En el maratónico choque los de Boston utilizaron nueve lanzadores y los primeros cuatro turnos de la alineación se combinaron para 0 hits en 28 turnos oficiales.
El boricua Christian Vázquez terminó la noche de 7-1, por los Medias Rojas. Mientras, el otro gallo del patio, ’Kike’ Hernández, terminó de 3-1, saliendo del banco por los Dodgers.
La acción de las Grandes Ligas continúa hoy en Los Ángeles, con el cuarto juego de la serie, a partir de las 8:09 de la noche.