Cada vez que un atleta boricua que tiene nombre anglosajón o ha nacido, sido criado o desarrollado en Estados Unidos brilla internacionalmente vistiendo la monoestrellada surgen los cuestionamientos sobre su puertorriqueñidad o las razones para representar al país.
Jasmine Camacho-Quinn, quien hoy a las 10:50 p.m. (hora de Puerto Rico) buscará subir al podio en la final olímpica de los 100 metros con vallas, no ha sido la excepción desde que debutó en los Juegos de Río de Janeiro hace cinco años.
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Incluso luego de aquella participación, donde se aprestaba a avanzar a la final en su debut olímpico, antes de tropezar con una valla en la etapa semifinal, la hija de la trujillana María Milagros Camacho debió lidiar con las mismas preguntas que otros cientos de atletas en múltiples disciplinas han enfrentado al mismo tiempo que llenaban de gloria deportiva al país.
En el 2017, mientras en Estados Unidos se celebraban las eliminatorias para el Campeonato Mundial de Atletismo, Camacho-Quinn ofreció las respuestas que hoy algunos irrelevantes siguen buscando cuestionar:
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“De nuevo, YO CORRO PARA PUERTO RICO. NO, NO ME VOY A CAMBIAR DE EQUIPO. NO, TAMPOCO CORRÍ EN LAS ELIMINATORIAS DE ESTADOS UNIDOS. VOY A SEGUIR CORRIENDO CON PR EN MI PECHO. Si de verdad quisiera hacer el equipo estadounidense, créanme que lo haría. No quiero. Adoro correr para PR y adoro a mis seguidores. Lo digo de la manera más amigable posible. Así que en serio, dejen de preguntar. ¡Puerto Rico todo el día, cualquier día y se acabó!”.
En el 2016, antes de su primera participación olímpica, Camacho-Quinn expresó a la prensa que al correr por Puerto Rico le hacía honor a su madre.