Entre sonrisas, lágrimas, abrazos emotivos, discursos y canciones, el ex prisionero político Oscar López Rivera participó en una soleada tarde del sábado en la siembra de un guayacán en la explanada frontal del Colegio de Abogados y Abogadas de Puerto Rico (CAAPR), en Miramar, donde crecerá como el “Oscar, Árbol de la Libertad”.
Ante la presencia de la generalidad de sus camaradas, López Rivera respondió a esta iniciativa de Caminantes por Oscar, que dirigen los activistas Félix Adorno y Carlos López, Casa Albizu y el Comité Pro Derechos Humanos de Puerto Rico (CDHPR), bajo la dirección de Eduardo Villanueva Muñoz, que por 25 años ha impulsado las campañas por la liberación de los prisioneros políticos puertorriqueños en Estados Unidos, entre tras causas de justicia social.
“Amar la Patria no cuesta nada, lo costoso sería si la perdemos”, advirtió López Rivera al advertir sobre la necesidad de luchar por la independencia como primera opción de libertad del pueblo puertorriqueño después de 119 años de dominación colonial de Estados Unidos.
La actividad, conducida por la actriz Magali Carrasquillo, abrió con la interpretación de la canción “Patria” por Marta Rodríguez y una reflexión de la niña Sarah Cruz Ortiz, quien habló de la reciedumbre del guayacán, tal como López Rivera que se mantiene firme después de haber pasado 36 años en prisiones de Estados Unidos por su lucha por la independencia de Puerto Rico.
Villanueva Muñoz reflexionó que los árboles “son los hombres y mujeres que dieron la lucha por la excarcelación de Oscar y por la libertad de nuestra patria”.
El presidente del Colegio de Abogados y Abogadas de Puerto Rico (CAAPR), Alejandro Torres Rivera, agradeció a la junta que le acompaña en el bienio de su mandato por autorizar de forma decidida la plantación del Árbol de la Libertad del luchador independentista.
Torres Rivera habló de los atributos que adornan al guayacán, su fortaleza y la profundidad de sus raíces y su vida centenaria, haciendo un parangón con la resistencia y la fuerza demostrada por López Rivera al extremo de no doblegarse frente a sus carceleros en su lucha por la independencia de Puerto Rico, a la que hoy se encuentra integrado.
La ex prisionera política Alicia Rodríguez recordó que en el Bosque Seco de Guánica existe uno de estos árboles que ha sido testigo por más de 700 años de historia puertorriqueña, “¡qué es fuente de sabiduría e inspiración!”.
Destacó la labor del colectivo de Caminantes 33 por Oscar levantó conciencia en el país por la libertad de Oscar López Rivera, que se hizo realidad por la consistente solidaridad nacional e internacional.
“Los esfuerzos de muchas y muchos a través de los años lograron la excarcelación de distintas generaciones presas y presos políticos puertorriqueños”, recordó Rodríguez, que al igual que pasó 19 años encarcelada en Estados Unidos, al igual que su hermana Ida Luz y otros integrantes de las clandestinas Fuerzas Armadas de Liberación Nacional (FALN) de Puerto Rico, que operaron en Chicago y Nueva York en las décadas de los 70 y 80 del siglo pasado, a los que el presidente Bill Clinton indultó ante los reclamos nacionales e internacionales.
El proyecto Árbol de la Libertad busca sembrar árboles autóctonos de Puerto Rico por distintos municipios, defendiendo el derecho de los puertorriqueños de vivir sanamente y en armonía con la naturaleza, “los árboles son mucho más que madera, son la columna vertebral de toda la vida en la tierra, son seres vivos”.
Rodríguez habló de las fuertes conexiones que los seres humanos tenemos con los árboles, que son fuentes de vida, por lo que “sembrar un árbol es sembrar libertad”.
Antes de develar la tarja conmemorativa de la ocasión, López Rivera se hizo acompañar de varios de sus camaradas ex prisioneros políticos puertorriqueños, la mayoría de los cuales pasaron 19 años en cárceles de Estados Unidos.
La placa indica: “Oscar Arbol de la Libertad. Como la raíz que sustenta y da vida a este árbol, su siembra cimienta la esperanza de una patria descolonizada. Caminantes por Oscar, Casa Albizu, Comité Pro Derechos Humanos de Puerto Rico”.