LOS ANGELES – Un jurado declaró que los herederos de Michael Jackson le deben a Quincy Jones 9,4 millones de dólares en regalías y costos de producción por “Billie Jean”, ”Thriller” y otros éxitos del superastro.
El veredicto del miércoles está muy por debajo de los 30 millones de dólares que el emblemático productor buscaba en una demanda presentada hace casi cuatro años, pero muy por encima de los 392.000 dólares que los representantes de Jackson dijeron que le debían.
El jurado del Tribunal Superior de Los Ángeles, integrado por 10 mujeres y dos hombres, estuvo deliberando desde el lunes.
“Esta demanda nunca se trató de Michael, sino de proteger la integridad del trabajo que todos hicimos en el estudio de grabación y el legado de lo que creamos”, dijo Jones en un comunicado. “Aunque este no es el monto completo que yo estaba buscando, estoy muy agradecido de que el jurado decidió a nuestro favor en este asunto. Lo veo no sólo como una victoria para mí en lo personal, sino para los derechos de los artistas en general”.
El abogado testamentario Howard Weitzman dijo que él y su equipo estaban sorprendidos por el veredicto y que apelarían.
Weitzman y la abogada Zia Modabber escribieron en un comunicado que Jones buscaba dinero que no se le debía.
“Cualquier monto por encima de lo que dice en sus contratos es excesivo e injusto para los herederos de Michael”, dijeron los abogados. “Aunque el señor Jones está presentando esto como una victoria para los derechos de los artistas, el verdadero artista es Michael Jackson y es su dinero el que el señor Jones está buscando”.
Jones alegó en su demanda que los herederos de Jackson y Sony Music Entertainment le debían dinero por música que él produjo y que se usó en la película del concierto “This Is It” y en dos espectáculos de Cirque du Soleil con canciones de Jackson.
La demanda decía que las entidades habían reeditado inapropiadamente las canciones para privar a Jones de sus regalías y costos de producción, y que él tenía un derecho contractual de participación en cualquier reedición o mezcla.
El equipo de Jackson sostuvo que Jones sólo debía cobrar cuotas por las canciones usadas en esas tres producciones. Jones alegó que le tocaba un porcentaje de la factura total por ellas.
El juicio se centró en la definición de los términos en los dos contratos que Jackson y Jones firmaron en 1978 y 1985. Bajo estos acuerdos, por ejemplo, Jones tiene derecho a una porción de los recibos netos de un “videoshow” de las canciones. Los abogados de Jackson alegaron que el término se refería a videos musicales, no largometrajes.
El presidente del jurado Duy Nguyen, de 28 años, dijo que los contratos fueron las piezas de evidencia más fuerte que consideraron, y que escuchar el testimonio de Jones también fue útil. Indicó que él y muchos miembros del jurado son admiradores de Jackson, pero que eso no se tomó en cuenta en las deliberaciones. Dijo que llegaron al monto del veredicto en base a la declaración de un experto.
Jones subió al estrado durante el juicio y Weitzman, el abogado de Jackson, le preguntó si no se daba cuenta de que estaba demandando al propio cantante.
“Yo no estoy demandando a Michael”, discrepó Jones furioso. “Los estoy demandando a ustedes”.
Los abogados defensores apuntaron que la muerte de Jackson en el 2009 ya había sido lucrativa para Jones, quien recibió 8 millones de dólares en regalías en los dos años que siguieron al deceso del cantante, frente a 3 millones de dólares en los dos años previos.
“No mereces un aumento”, le dijo Weitzman en sus argumentos de cierre. “No puedes recibir más del dinero de Michael Jackson”.
Jones insistió en que sólo buscaba lo que le correspondía por el trabajo realizado.
Su abogado Scott Cole acusó a la defensa de usar “juegos de palabras y tecnicismos” para denegar a Jones, dijo el Hollywood Reporter.
El productor trabajó con Jackson en los tres discos que se consideran sus mejores: “Off the Wall”, ”Thriller” y “Bad”.
Los éxitos de Jackson de esos álbumes “Billie Jean”, ”Thriller” y “Don’t Stop ‘Til You Get Enough” están entre las canciones que Jones alega que fueron reeditadas.
La demanda inicialmente fijó el monto buscado por Jones en al menos 10 millones de dólares, pero sus abogados lo incrementaron a 30 millones tras ver un informe de ganancias del patrimonio de Jackson por estas canciones.
Jones y Jackson demostraron ser los socios perfectos desde “Off the Wall” de 1979. Jackson le dio una vitalidad juvenil a Jones, conocido principalmente como un productor y arreglista de jazz y bandas sonoras de películas. Y Jones le dio su experiencia y dignidad al cantante, que entonces era aún más conocido como el niño prodigio de los Jackson 5.