Antes de su matrimonio con el príncipe Harry de Inglaterra, en mayo próximo, Meghan Markle tendrá que hacer cambios en su vida.
La actriz ha tenido que someterse a las estrictas reglas de la Casa Real británica antes de formar parte de una de las familias más conservadoras de Europa.
De acuerdo con el diario “El País, hay 6 exigencias a las que tendrá que acostumbrarse la estadounidense, quien dejará su vida de soltera en Toronto para ser una dama del Palacio de Kensington, Londres.
Ella renunció a esto
- Su carrera como actriz, que empezó en 2002 en la televisión de su país.
- La custodia de una de sus mascotas más queridas: un viejo perro labrador que, por su edad, pasará sus últimos días en casa de una pareja de amigos de Meghan en Toronto.
- Su residencia en Canadá para establecerse en el Palacio de Kensington.
- A familiares y amigos. Solo sus padres pueden mantener una relación cercana con la futura esposa del príncipe.
- La Iglesia Protestante (aunque la actriz es de origen católico) para bautizarse en la Iglesia Anglicana.
- A sus actividades humanitarias que serán reemplazadas por los eventos sociales que autorice o patrocine el Palacio de Kensington.
Rompe una regla
El protocolo de la familia impedía, hasta ahora, que las parejas que no estén casadas asistieran a las celebraciones de Sandringham.
La reina Isabell II ha invitado a la prometida de su nieto a pasar la Navidad, algo que hasta ahora era impensable.
Kate Middleton, por ejemplo, tuvo que esperar hasta contraer matrimonio con William para acudir a esta cita y eso que ellos fueron novios durante ocho años.
Con esta invitación Markle podrá asistir a la retransmisión del tradicional discurso de la reina y a la misa en la parroquia de Sandringham, la única aparición pública de la familia real durante las fiestas.