Inspirado en una residente de Caimito, que perdió el techo de su hogar y sus pertenencias, Javier “Javi” Cintrón, pintó el mural Epitafio del viento en Montehiedra Town Center en colaboración con varios artistas y varias personas de esta comunidad, abatidas por el huracán María.
El artista urbano, con más de 27 años de trayectoria, recogió testimonios de las zonas más afectadas, y especialmente se conmovió con la señora Pepa porque “FEMA la dejó plantada”.
“Fui a los chinchorros de Caimito porque Montehiedra está en Caimito y allí me encontré a Pepa, un personaje fabuloso. Una palma le cayó en el techo a su casa y se lo rompió. Cuando la conocí, ella estaba sentada en un chinchorro con paz, pero con el coraje de que FEMA no la había visitado”, relató el artista mientras mostraba la obra que dejó plasmada en los paneles que cubren la entrada de la otrora tienda Marshalls, que fue destruida por las inundaciones.
“Lo que me inspiró a hacer el mural es que el huracán había destrozado su casita, pero las plantas de su jardín estaban por retoñar. Inmediatamente, me vine para acá para dibujar. Me inspiré en la dinámica de la reconstrucción. Aquí están las casitas sin techos, las inundaciones, los toldos de FEMA, los ‘zines’ esparcidos, Montehiedra esbarata’o…”, describió.
En el mural, resalta el tono anaranjado “porque el color chinita es el contrario al color azul, de los toldos, los toldos que no llegan”, expresó abogando por los puertorriqueños que aún esperan por la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA, por sus siglas en inglés) para poder reconstruir sus hogares
“El contraste del azul es el anaranjado, como del amarillo es el púrpura, como del rojo es el verde”, ilustró para abarcar sobre su técnica, la cual definió como “arte terapéutico”.
“Comienzo con tiza de escuela sobre el fondo que sea de otro color, y utilizo pintura de casas donadas por cualquiera. Dibujo en tiza y las personas lo rellenan como si fuera un libro de colorear. Cuando les dices a las personas que pinten como en un libro de colorear, la gente se va callada a pintar y como que se calman”, consideró.
“Hago un trabajo que es más colaborativo y comunitario, y esta vez, me ayudaron doce artistas que estaban aquí [en el centro comercial] luego del huracán. Cuando ellos se cansaban de hacer lo que estaban haciendo, venían y me ayudaban porque la técnica es muy terapéutica”.
Desde su punto de vista, el arte “une a las personas porque es algo bien primitivo en nosotros, casi como la religión. Todos tenemos algo de artistas, filósofos, poetas y locos, y todo eso se convierte en una sensibilidad que la puedes utilizar artísticamente”.
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“María para mí fue algo espectacular por la manifestación de los vientos y porque la naturaleza te hace humilde y te hace saber que realmente estamos aquí prestados. Fue devastador, pero también nos hizo cambiar nuestra posición para aprender a querer más la tierra, porque eso es lo único que nos queda”, profundizó.
Mural: Epitafio del viento
En el mural se puede apreciar la devastación del huracán María. Inspirado en el sector Caimito, el artista muestra casitas con toldos, postes caídos y escombros vegetativos, entre otros elementos. El mural está en Montehiedra Town Center.