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NUEVA YORK — Luis Fonsi y Daddy Yankee pusieron a bailar al Madison Square Garden el domingo por la noche, cuando interpretaron su megaéxito “Despacito” completamente en español en la ceremonia de los premios Grammy.

Acompañados por un gran cuerpo de baile, y con una breve participación de la ex Miss Universo puertorriqueña Zuleyka Rivera, los astros boricuas encendieron a los miembros de la audiencia, algunos de los cuales filmaron la actuación con sus celulares mientras cantaban desde sus asientos.

“Despacito”, el primer tema en español en 30 años nominado al Grammy a la canción y la grabación del año, es uno de los éxitos globales más grandes de todos los tiempos y su video, coestelarizado por Rivera, en el más popular con más de 5,000 millones de vistas en YouTube.

El anfitrión James Corden dijo en chiste que nunca había oído antes la canción y que Fonsi y Yankee deberían llevarla a la radio.

Kendrick Lamar era el rey de la ceremonia, de momento, tras haber recibido cinco premios.

Lamar ganó el Grammy al mejor álbum de rap por “DAMN.” y a la mejor interpretación rap/cantada por “Loyalty”, con Rihanna, durante la gala transmitida en vivo.

“Esto es especial. Hay muchos tipos en este edificio que todavía idolatro hoy”, expresó Lamar, mencionando a Jay-Z, Nas y Diddy como inspiraciones. Al final, cerró diciendo “Jay a presidente”.

En la ceremonia previa a la gala televisada, Lamar ganó mejor canción de rap, mejor interpretación de rap y mejor video musical por “HUMBLE”.

Lamar, nominado en siete categorías, inauguró la ceremonia de los premios Grammy con una poderosa y emotiva actuación que incluyó pantallas de video al fondo con una imagen de la bandera de Estados Unidos ondeando, mientras bailarines vestidos de soldados marchaban detrás de él. Fue acompañado por Bono y The Edge de U2, y por Dave Chappelle, quien hizo chistes en medio del número musical.

En un momento, bailarines vestidos de rojo fueron derribados mientras él rapeaba, volviendo después a la vida mientras ardían llamas de fuego en el número de seis minutos.

Lamar y Bruno Mars llegaron a la ceremonia con varios premios cada uno, perfilándose como favoritos para álbum del año y grabación del año.

Mars ganó los premios al mejor álbum de R&B, mejor interpretación de R&B y mejor canción de R&B en la llamada Premiere de los Grammy, donde también se repartieron varios premios póstumos a la actriz Carrie Fisher, el cantante Leonard Cohen y el ingeniero Tom Coyne, quien trabajó en el álbum “24K Magic” de Mars.

Alessia Cara, temblando, ganó el premio al mejor artista nuevo, superando a SZA, Julia Michaels, Khalid y Lil Uzi Vert.

“Gracias a mis padres y mi hermano por creer en mí”, dijo, y exhortó al público a “apoyar la música real y a los verdaderos artistas porque todo el mundo merece una oportunidad”.

Jason Isbell, Justin Hurwitz, CeCe Winans y Chris Stapleton estuvieron entre quienes recibieron dos galardones.

“Esto es increíble”, dijo Stapleton en el escenario.

Los Rolling Stones obtuvieron el tercer Grammy de su Carrera, a mejor álbum de blues tradicional por “Blue & Lonesome”, mientras que Ed Sheeran ganó mejor álbum pop vocal.

The Weeknd, Lin-Manuel Miranda, Little Big Town, Reba McEntire, LCD Soundsystem, Portugal the Man y Shakira también estuvieron entre los primeros ganadores. Benj Pasek y Justin Paul, ambos galardonados con premios Oscar y Tony, se alzaron con el Grammy al mejor álbum de teatro musical por “Dear Evan Hansen”, que compartieron con el ganador del Tony Ben Platt.

Lamar superó a Jay-Z en las tres categorías que ganó. Cualquiera de estos artistas haría historia como el primer rapero e ganar el Grammy premio la grabación del año y el tercero en ganar álbum del año. Y los Grammy están casi garantizando que este año será de cualquier modo histórico: cuatro de los cinco nominados a álbum del año tienen bases de rap y R&B y son de artistas negros o latinos. Los otros grandes premios de la noche, canción y grabación del año, también se disputarán entre astros del hip hop, el R&B y la música latina.

El año pasado la Academia de la Grabación fue ampliamente criticada cuando Adele ganó álbum del año y no Beyonce. “Lemonade” era considerado el álbum que movió al mercado y dominó la cultura pop de maneras diferentes que las colosales ventas de Adele. Los críticos sintieron que la Academia no logró reconocer los elementos creativos y artísticos de una producción con bases de R&B, del mismo modo en que ha ignorado obras de Kanye West, Eminem y Mariah Carey a lo largo de los años y favorecido a artistas de rock, música country y jazz.

Jay-Z tenía el mayor número de nominaciones, ocho, incluyendo a álbum del año por su revelador “4:44”, canción del año por el tema homónimo y grabación del año por “The Story of O.J.” Bruno Mars también se mide por los tres premios principales, y tanto Kendrick Lamar como Childish Gambino están postulados a álbum del año.

“Lo que vemos en las nominaciones es un reflejo de la votación de los miembros de la Academia. Hay que recordar que este es un premio de los colegas y es único en ese sentido. No se trata de ventas ni de listas de popularidad o votos de los fans; los jueces son los profesionales de la industria”, dijo el director ejecutivo de la Academia de la Grabación, Neil Portnow, en una entrevista con The Associated Press. “Así que cuando ves el trabajo que se ha hecho _ y Jay es un ejemplo _ y ves ese nivel de excelencia, tenemos unos miembros votantes muy sofisticados que son capaces de reconocerlo. Y así queremos que sea”.

Sin embargo, el aclamado por la crítica segundo álbum de Lorde, “Melodrama”, también tiene grandes posibilidades en la categoría de álbum del año. Y Julia Michaels, una talentosa compositora que ha escrito éxitos para Bieber y Selena Gómez, está nominada a canción del año por su sencillo “Issues”.

Entre los artistas que actuarían el domingo estaban Mars con Cardi B, Lady Gaga, Pink, Gambino, Emmylou Harris y Chris Stapleton, Elton John y Miley Cyrus, Sam Smith, Little Big Town, Rihanna con DJ Khaled y Bryson Tiller, Sting y SZA, este año la mujer más nominada, con cinco menciones.

La velada también incluirá algunos momentos serios. A principios de esta semana, ejecutivos clave de la música llamaron a los artistas y empleados a llevar una rosa blanca a los Grammy en apoyo de Time’s Up y #MeToo, los movimientos contra la violencia sexual. Las cantantes Halsey y Dua Lipa, así como la rapera nominada al Grammy Rapsody, estuvieron entre los primeros en decir que llevarían rosas blancas.

Kesha, quien consiguió su primer par de nominaciones al Grammy por un álbum en el que reflexiona sobre su batalla con su ex productor y mentor Dr. Luke, honrará a víctimas de abuso durante su actuación. Maren Morris, Eric Church y Brothers Osborne, quienes cantaron en el festival de música Route 91 Harvest en Las Vegas cuando un hombre armado abrió fuego hacia el público, matando a 58 asistentes e hiriendo a cientos más, rendirá homenaje a las víctimas de la violencia armada en eventos musicales el último año. Patti LuPone y Ben Platt rendirán tributo a Broadway al volver los Grammy a Nueva York luego de 15 años para su 60mo aniversario.

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