Para el cantante puertorriqueño, Ricky Martin, las letras del género del trap no son otra cosa que un medio de expresión. Así lo explicó a Metro el intérprete de “Fiebre” en un breve encuentro con los medios del país, antes de su intervención en el evento Libertad, con el propósito de recaudar fondos para la fundación homónima, defensora de los derechos humanos.
“Siempre he sido defensor de que debemos expresarnos como queramos y creo en la libertad de expresión. Voy a seguir escuchando las letras para dar una expresión más clara… Hasta ahora a mí no me ha molestado para nada. Pero hay una realidad y hay un vocabulario como el que se habla, hay un público que lo sigue y hay que respetarlo”, expresó.
Por otro lado, el artista también se mostró indignado con el caso de la mujer que fue captada en video maltratando a uno de sus nietos en el estacionamiento de un centro comercial en Bayamón.
“El maltrato de la niñez entra dentro de la Trata Humana pero no necesariamente hay trata cuando hay maltrato. Yo vi el video y me dio mucho coraje. Ojalá que toda la ley vaya contra esta señora. Lo más triste es que mucha gente escribía en las redes ‘¿Qué ustedes saben?, a lo mejor ese niño se merecía una buena bofetada’. Un niño de dos años, por Dios”, expresó el férreo defensor de los derechos humanos.
Libertad es la primera propuesta formal de recaudación de alcance global de la Fundación Ricky Martin y los fondos se utilizarían para dar continuidad a los proyectos educativos en contra de la Trata Humana y proyectos comunitarios, que por casi 15 años realizan.
Además, en la actividad que acudieron múltiples personalidades y políticos, se reconoció la labor de impacto social, de Mary Mazzio, gestora del documental “I Am Jane Doe”, cuyo contenido expone en la pantalla la tragedia de madres que pierden a sus niñas a causa de la explotación sexual, una de las modalidades de la Trata Humana. Mazzio recibió el primer “Tau Humanitarian Award” que otorga el organismo.