Kaiju se refiere a un subgénero fílmico japonés que presenta historias sobre gigantescas criaturas demoliendo ciudades y, en ocasiones, enfrentándose entre sí. Tomando esta definición como base y luego de decenas de películas sobre el tema, mayormente en su país de origen, se reintrodujo en Hollywood en 2014 a Godzilla, el personaje más importante del subgénero para dar inicio al MonsterVerse, cintas sobre criaturas de esta mitología kaiju.
En 2017, se estrenó Kong: Skull Island, que sugirió un posible cruce, y hoy, luego de una favorable recepción del público y la crítica de ambos filmes, Warner Bros. decide traer a Godzilla: King of the Monsters, corrigiendo algunas de las fallas que los fanáticos criticaron de la predecesora.
En esta ocasión, el drama humano queda rezagado a un segundo plano, para concentrar sus esfuerzos y presupuesto en el despliegue visual de los enfrentamientos de las criaturas, resaltando el detalle gráfico de los monstruos. La cinta comienza 5 años luego de la parcial destrucción de la ciudad de San Francisco por parte de Godzilla y el impacto emocional que tuvo en la familia compuesta por Emma (Vera Farmiga), su esposo Mark (Kyle Chandler), de quien se encuentra separada, y su hija adolescente Madison (Milly Bobby Brown).
Una desacertada decisión por parte de uno de los humanos va a desencadenar el despertar y, finalmente, la furia de la criatura titular, que tendrá que enfrentar, para el deleite de los fanáticos del género, a otras conocidas figuras como Mothra, Rodan y King Ghidorah, entre otros.
Desde el primer acto, la cinta agarra tracción y se mueve a diversos escenarios para permitir a los espectadores disfrutar del masivo espectáculo de batallas que nos recuerdan a cintas como Pacific Rim, mientras los humanos van descifrando los pasos de estas míticas criaturas. Uno de los grandes aciertos de esta secuela es que pone el pie en el acelerador desde el comienzo y no frena hasta el minuto final, mientras disfrutamos de batallas cada vez más intensas.
Sin duda, la escala de la acción y la destrucción compensan las debilidades del guion, y dejará satisfechos a los fanáticos que saldrán de la sala con ansias del ya anunciado junte entre Godzilla y King Kong.