Una de las canciones más populares del grupo Menudo, “Súbete a mi moto”, lanzada por primera vez con el álbum Quiero ser en 1981, reunió en el escenario una vez más al quinteto compuesto por René Farrait, Miguel Cancel, Ricky Meléndez, Johnny Lozada y Ray Reyes.
Los ex Menudos transportaron al público para que disfrutara de un recorrido musical a través de sus éxitos, desde 1977 al 1985 y coreografías originales.
El viaje de recuerdos comenzó 9:30 p. m. con la canción “A volar”, seguida de “Fuego”, “Claridad” y “Susana”.
“Buenas noches Puerto Rico. Bienvenidos al Súbete a mi moto tour. Esta noche en el Coliseo de Puerto Rico hay Menuditis”, expresó Ricky para saludar a la animada audiencia y como preámbulo a interpretar “Dulces Besos”.
Más adelante continuaron con “Lady”, “Quiero ser”, “Clara”, “Lluvia”, “Voy América”, “Tú te imaginas”, “Cosita loca” y “Zumbador”.
Uno de los momentos más jocosos se suscitó luego de una soberbia interpretación de “Clara” por parte de Johnny, cuando en son de broma los colegas le dijeron que ya se podía ir para su casa por su destacada ejecución.
René también contó la anécdota que en un momento dudó “que a los cincuenta nosotros estuviéramos aquí parados (escenario) cantando ‘Súbete a mi moto’”.
“Pero estamos en los cincuenta mejor que nunca. Ahora estamos bailando y cantando mejor y más saludables. Gracias por estar aquí esta noche”, dijo el entrenador personal, por lo que recibieron una sonora ovación de aprobación.
Para el intermedio, interpretaron “A bailar”, “Quiero rock”, “Chicle de amor”, “Y yo no bailo” y “Rock TV”, canciones más movidas en las que demostraron que queda Menudo para rato.
“Esto esta comenzando y el lunes hay trabajo”, expresó Ricky en son de broma. “Sobrevivimos y no necesitamos oxígeno”, compartieron, arrancando carcajadas.
La velada continuó con un popurrí de baladas, seguido de los temas “Por amor”, “Si tú no estás”, “Cuándo pasará”, “Ya no quiero decirte” y “Cámbiale las pilas a tu vida”.
Para finalizar cantaron “Mi banda toca rock” y “Súbete a mi moto”.
La producción escenográfica contó con un avanzado equipo luminotécnico y una pantalla gigante en la cual se proyectaron divertidos visuales retro y visuales de cuando eran adolescentes.