Impulsados por el hit internacional “Despacito”, los residentes de La Perla abren las puertas de esta joya del Viejo San Juan, que deslumbra al espectador con sus pintorescos matices conformados en una paleta de colores enmarcada por el océano Atlántico.
Por medio de proyectos de autogestión y microempresas, y en alianza con el sector privado, La Perla apuesta a un futuro brillante y prometedor, con su propia sustentabilidad económica.
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Una de la microempresas manejada por los propios residentes ofrece servicios de recorridos turísticos guiados por los lugares más emblemáticos del sector sanjuanero, aprovechando el continuo interés de los turistas por descubrir sus encantos.
“Actualmente, estamos tratando de levantar la microempresa de recorridos turísticos comunitarios”, explicó Yashira Gómez, presidenta de la junta comunitaria de La Perla, quien pertenece a la cuarta generación de su familia, nacida y criada allí.
De acuerdo con Gómez, esta idea tomó fuerza luego del proyecto La Perla Pinta su Futuro, de Master Paints, un esfuerzo colectivo entre varias compañías, capitaneado por el artista plástico Pablo Marcano García, en colaboración con voluntarios y trabajadores de la comunidad, que revitalizó más de 400 casas y estructuras que estaban en deterioro.
La iniciativa se gestó para fortalecer las bases para el desarrollo de sus propias empresas.
“Para mí fue un reto sumamente gratificante ver cómo la comunidad se está desarrollando aún más y cómo están utilizando a la comunidad de ejemplo para anuncios y diversos proyectos. La compañía Master Paints está sumamente contenta de haber sido la gestora de este proyecto, en colaboración con otras empresas que nos apoyaron”, dijo a Metro Cristina Cardona, directora de Responsabilidad Social de Master Paints.
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Precisamente, los recorridos —que pudimos experimentar— comienzan con la explicación de este proyecto por el reto y la complejidad que representó en términos de la logística, logrando la transformación en poco más de un mes.
“La Perla es un barrio pintoresco. Es una perla que, poco a poco, se está puliendo. Tiene gente con un corazón gigante. Tienen que venir. Tenemos sitios espectaculares”, exhortó Gómez.
Tras la iniciativa La Perla Pinta su Futuro, poco a poco los residentes comerciantes continúan estableciendo negocios, muchos de estos para el consumo de delicias típicas, con vista al mar.
En coordinación con el programa Fortaleza para Ti, de la ex primera dama, Beatriz Rosselló, y la oficina del Desarrollo Socioeconómico y Comunitario de Puerto Rico (ODSEC), también se remodelaron plazas y escaleras que estaban deterioradas, se pintó el malecón y se construyó el famoso paseo tablado, que llaman el Paseo de Despacito.
Estos espacios se han convertido en punto de interés turístico.
Una de las primeras paradas del recorrido, específicamente por el lado este, presenta una impresionante estampa representativa de la isla: la Garita del Diablo. Cuenta una leyenda que los soldados desaparecían frecuentemente y una de las esposas de un soldado se quedó esperando el regreso de su amado. Hoy día, algunos vecinos aseguran que ven el espíritu de la mujer.
Desde ese punto del trayecto, también se observan casas sin techo, devastadas por el huracán María (septiembre 2017), que, al momento de este recorrido, supimos que están siendo restauradas por la Fundación del cantante Luis Fonsi. Una de ellas es la residencia de Ramón Marrero, de 78 años de edad, la cual nombró la Villa de Julia, como un homenaje a su esposa.
Otro de los múltiples atractivos que ostenta La Perla es la cancha de baloncesto Carmelo Anthony, que fue nombrada así en agradecimiento a la restauración que hizo la estrella de la NBA. Esta cancha está enclavada en un espacio histórico. Es la única cancha amurallada en el mundo y, probablemente, sea la cancha con la mejor vista.
Antes de llegar al famoso Paseo de Despacito, se avistan vistosas plazas, como la del mítico salsero Ismael Rivera, y la plaza donde se filmó el video “Despacito”, seguido del primer Head Start (escuelita maternal) que se construyó en 1947, para ofrecer servicios a niños de la comunidad.
Una de las zonas más llamativas de La Perla es el malecón o el paseo Noel Estrada, ubicado mayormente en el sector Guaipao, el cual se extiende desde el cementerio Santa María Magdalena de Pazzis hasta llegar a El Bowl. El Bowl es una rampa de skateboarding que, cuando azota el calor, la convierten en piscina.
Un dato curioso que narran a los visitantes es que, desde El Bowl, es el único punto en todo San Juan donde se puede observar el fuerte San Cristóbal y El Morro a la misma vez. Desde allí también se aprecia la Garita del Diablo, la de la leyenda.
Allí también se instalaron las letras que forman la frase I Love La Perla, para complementar el recuerdo de las visitas.
En el camino, también se observa el mural de la ofrenda dedicado a las almas que partieron con el paso del huracán María, como acto de resiliencia, el cual fue pintado por el artista alemán Benjamin Swatez junto con otros artistas.
Por el trayecto, también muestran la casa del chelista puertorriqueño de renombre internacional Emilio Colón, quien reside en Indiana.
Subiendo las escaleras de Maelo, hasta llegar a la calle Lucila Silva, específicamente en el #41, se encuentra La Garita YAZ, un restaurante establecido por una familia de La Perla, desde donde se puede apreciar una impresionante vista panorámica.
En esa misma calle Lucila Silva, está situado El Farito Verde, que representa el negocio más antiguo. El negocio opera como colmado y barra, cuyas paredes custodian una colección de fotos históricas de La Perla.
Al finalizar el recorrido por el lado oeste, se divisa el cementerio Santa María Magdalena de Pazzis, donde descansan los restos de Pedro Albizu Campos, Lolita Lebrón, David Ortiz Angleró, Gilberto Monroig y Daniel Santos, entre otras figuras.
“Es maravilloso tener un lugar tan rico en cultura y en historia, con una comunidad tan hermosa a pasos del epicentro del destino turístico. El Viejo San Juan es el principal atractivo turístico de nuestro destino, y nuestras comunidades no deben vivir a espaldas del desarrollo turístico. Debemos ver cómo La Perla se integra y es parte en la cadena de valor del turismo. Qué bueno que sea la propia comunidad la que esté articulando para ser partícipe de ello. La labor ha sido encomiable y cuentan con el apoyo de la CTPR. En la medida en la que el beneficio se quede en la propia comunidad, va a ser una experiencia mucho más auténtica y genuina”, expresó Carla Campos, directora ejecutiva de la Compañía de Turismo de Puerto Rico.
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