Daniel Radcliffe ya ha admitido en el pasado que se refugió en el alcohol para sobrellevar la fama que alcanzó desde la infancia con el rol de Harry Potter. Ahora, el actor se sinceró sobre el principal motivo que lo empujó a tomar durante el final de la saga que duró una década.
“Mucho de lo que bebí al final de Harry Potter y por un tiempo después de que terminara, fue por pánico, un poco por no saber qué hacer después y no estar lo suficientemente cómodo con quien era para mantenerme sobrio”, confesó durante una entrevista para el programa de la BBC Radio 4 Desert Island Discs y reseñado por Ladbible.
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El artista de 30 años contó que cuando salía por un trago siempre era el centro de atención por interpretar a “El niño que vivió”, el papel que lo lanzó al estrellato a los 11 años de edad.
“Si salía y me emborrachaba, me daba cuenta de que llamaba la atención porque no era solo un tipo borracho, sino era ‘Oh, Harry Potter se está emborrachando en el bar”, relató y reiteró que su manera de combatir los estragos de la atención era bebiendo con frecuencia. “Eso lo hice mucho por un par de años”, dijo.
Igualmente, reveló que dar vida a Potter traía “algún tipo de interés para las personas y también un interés ligeramente burlón”.
“Es inherentemente gracioso para la gente”, indicó.
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Daniel Radcliffe: “Incluso en el punto más bajo, todavía amaba mucho mi trabajo”
El año pasado, la estrella que está sobria desde 2010, se explayó sobre sus problemas con la bebida y cómo los superó para Off Camera.
“En mi caso, la forma más rápida de olvidar el hecho de que me estaban observando era emborracharme mucho. Luego, a medida que te emborrachas, te das cuenta de que, ’Oh, la gente está mirando más ahora porque me estoy poniendo muy borracho, así que probablemente debería beber más para ignorarlo más“, narró e informó USA Today.
Afortunadamente, pudo salir del mundo de la adicción con la ayuda de sus amigos y familiares aunque “tomó algunos años y tomó un par de intentos”.
“En última instancia, fue mi propia decisión… Me desperté una mañana después de una noche diciendo: \’Esto probablemente no sea bueno“, sostuvo.
De igual forma, Daniel Radcliffe ratificó que a pesar de lo sufrido no se arrepiente de haber encarnado al famoso mago.
“Incluso en el punto más bajo, todavía amaba mucho mi trabajo y me encantaba ir al set (…)”, expresó. “Nunca hubo un punto donde pensara ’Desería que no me hubiera pasado esto. Desearía no ser Harry Potter’. Eso simplemente no sucedió“.