Ryan Murphy tiene una clara fascinación con la máquina de sueños hollywoodense del siglo XX, tan hábil para hacer estrellas y romperle el corazón a quienes no encajaban en el molde. Entre las víctimas: Anna May Wong y Hattie McDaniel, actrices talentosas de color consignadas a hacer papeles estereotípicos, y el ídolo romántico Rock Hudson, quien tuvo que quedarse en el clóset.
Sus historias son parte de “Hollywood”, una serie limitada de Murphy de siete episodios que se estrena el viernes en Netflix, pero al productor de “American Horror Story”, “9-1-1” y “Pose” se negó a dejarlo así. En su versión optimista de lo que pudo ser, una rígida industria se enfrenta a actores, guionistas y otros valientes que para ser parte de ella.
La serie modera tragedias de la vida real, incluyendo la explotación sexual de hombres y mujeres, con su fantasía de un Hollywood más consciente a fines de la década de 1940. Un barniz progundamente nostálgico de sabiduría popular sobre Hollywood, con puntos de referencia de Los Ángeles como el centenario restaurante Musso & Frank Grill, demuestra el encanto del mito, incluso para realistas como Murphy.
El proyecto “se convirtió una especie de carta de amor para Hollywood y en una celebración de lo mejor que Hollywood podía ser”, dijo. “Y creo que sus temas son muy modernos. Cada año tenemos una conversación cerca de la temporada de premios sobre representación, sobre por qué no se incluye más gente, por qué todo es tan heterosexual y blanco. Esto ha estado ocurriendo por años y años y años”.
El asunto es sumamente personal para el escritor y productor, cuyas series le han dado a los creadores y personajes LGBTQ un lugar en la industria y ampliado la representación de personas de color. El impacto que tiene Murphy contrasta con su experiencia cuando era un joven gay nativo de Indiana tratando de alcanzar sus sueños como guionista.
“Mi primer día en Hollywood fue en 1998, así que llegué justo al final del ‘no puedes ser gay y estar fuera del clóset. No puedes tener a una mujer negra en un papel romántico’”, dijo Murphy. “Recuerdo que temía decir ‘no puedo ser yo mismo porque nunca podré trabajar’”.
Esa nube opresora nunca abandonó a Hudson, quien es interpretado por Jake Picking en “Hollywood” como una víctima de un agente rapaz y de expectativas muy estrictas. Encerrado en versiones idealizadas de romance junto a Doris Day y otras estrellas, accedió a un matrimonio de pantalla para eludir los rumores, que en aquel entonces habrían acabado con su carrera.
“Hasta el día que murió, vivió con temor a que lo delataran y vilipendiaran por ser gay. Así que aunque tuvo un cierto éxito en su carrera, estaba destrozado por dentro”, dijo Murphy.
Los prejuicios también afectaron mucho a la gente de color. McDaniel fue la primera mujer negra en ganar un Oscar por su papel en “Gone with the Wind” (“Lo que el viento se llevó”) de 1939 como Mammy — un papel que tipificó los personajes serviles que interpretaba rutinariamente. A Wong le negaron la oportunidad de interpretar un raro personaje protagónico asiático en “The Good Earth” (“Madre tierra”) de 1937 cuando se lo dieron a la actriz blanca Luise Rainer, quien terminó ganando el Oscar.
Murphy dijo que se ha dado cuenta de que “lo que realmente me atrajo fue la historia del potencial perdido. Nada en el mundo me parce más triste que eso”.
Los personajes ficticios de “Hollywood” buscan un final más feliz. Entre ellos: la esposa despreciada de un ejecutivo de estudio, interpretada por Patti LuPone; un guionista asiático-estadounidense (Darren Criss, quien también es productor de la serie); un guionista negro gay (Jeremy Pope), y una actriz negra con potencial de estrella (Laura Harrier). Los personajes ficticios se codean con figuras de la vida real como Hudson, Wong (Michelle Krusiec) y McDaniel (Julia Pace Mitchell). También actúan Jim Parsons, Dylan McDermott y David Corenswet.
Murphy también aplica su conocimiento de lo que califica como una “historia enterrada”, incluyendo una muy concurrida gasolinería de Los Ángeles que contrataba a jóvenes guapos para dar servicio a los autos y también a algunos clientes deseosos. La serie conllevó una investigación minuciosa para recrear sucesos reales además del vestuario y escenarios de la época, dijo Murphy.
“Este hombre es un gran admirador de Hollywood, así que no me sorprende que esta serie fuera un proyecto apasionado”, dijo Janet Mock, productora, guionista, y directora de la serie, quien también trabaja en “Pose” con Murphy. “Tiene una visión audaz, y parte de esa visión fue crear una revisión de la historia que nos obliga a enfrentar nuestro pasado y al mismo tiempo pensar en cómo éste ha afectado nuestro presente”.
Todavía hay trabajo por hacer para fomentar una mayor inclusión, dijeron Mock y Pope, un actor de Broadway (“Ain’t Too Proud to Beg”) que debuta en la televisión como el guionista Archie.
“Hemos dado algunos pasos y las cosas han cambiado. Hemos evolucionado como industria”, dijo Pope. Pero el Hollywood alternativo de Murphy, “ya sea que se desarrolle en los 40 o en el 2020, empieza a formar cómo piensas y lo que es posible”.
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