Para Ricky Martin el momento ameritaba detenerse y repensarlo todo. Tocaba la introspección y lidiar con la ansiedad que provoca el encierro. Por suerte, el astro boricua encontró en la música un refugio —o una guarida, si se quiere— donde pudo descargar sus emociones en su nueva compilación musical titulada “Pausa”.
Hubo días cuestionarse todo, de sufrir y llorar. Al final, la música derribó todas las barreras.
“Siempre he sufrido a la hora de escribir, pero esta vez, era mucha angustia y, bueno, voy a dejar que esto fluya y siempre me salen las cosas bien luego que paso por un huracán, ¿verdad? Lloré, me enojé, entré en negociaciones, pasé por aceptación y de momento volví otra vez a la negación. Ha sido súper abrumador y me obsesioné con la música”, señaló el cantante a preguntas de Metro vía una llamada virtual.
Parte de esas negociaciones incluyó dejar para luego las melodías bailables y rumberas que tenía para la producción original que se iba a titular “Movimiento”. Esta primera parte, “Pausa”, propone un clima musical más relajado y de reflexión. “Tenía un disco con 11 canciones. Había mucha rumba y fiesta, cosas caribeñas muy nuestras, pero no venía al caso en este momento…El disco se iba a llamar “Movimiento”, pero no le puedo pedir a la gente que se mueva, entonces vamos a cambiar el concepto”, dijo.
Según contó el artista, llevaba unos nueve meses trabajando con su disco y en el camino encontró que temas como ’Simple’ resultaron en un vaticinio para la crisis mundial que se vive debido al COVID-19. “Honestamente trabajamos canciones que de momento hablaban de una premonición de una manera que estamos viviendo, especialmente ’Simple’. Cuando entramos en cuarentena hace 65 días —yo lo hice público— yo sentí un nivel de ansiedad que no había lidiado en mi vida y yo me fui de mi casa a los 12 años a trabajar. Yo he visto cosas. Pero fueron dos semanas donde honestamente me paralice, pensé lo peor”, dijo.
La producción discográfica incluye seis temas entre lo que colaboró con artistas como Sting, Carla Morrison, Pedro Capó, Diego el Cigala, Residente y Bad Bunny. En algunos de estos sencillos —como en ’Quiéreme’, el cual interpreta junto al exponente de flamenco, El Cigala— Ricky confesó que tuvo que salir de su zona de confort para dar rienda suelta a melodías modernas y refrescantes. “Lo que estamos presentando es una cosa muy moderna que no se ha escuchado e insisto quiero hacer cosas nuevas y refrescantes”, comentó.
Dentro de los retos del encierro, Ricky admitió que esto le ha permitido volver a conmoverse con la música. De paso, al aferrarse a la música ha podido escabullirse de una “ansiedad irreconocible”. Mientras que narró que uno de los aciertos del disco son las colaboraciones en las cuales algunas de ellas surgieron en medio de la emergencia salubrista como la de la cantante mexicana Carla Morrison. “Lo que estoy presentando es transparencia. No estoy aquí para mentir ni para crear circos ni mucho menos. Presento por lo que estoy pasando y mis miedos y mis alegrías y no pienso hacerlo de ninguna otra manera”, señaló.
Y si bien contó que ha logrado superar una “ansiedad irreconocible” que experimentó a inicios de la cuarentena, la música y su familia sigue siendo el remedio para la incertidumbre. Mencionó que en este periodo le ha concedido compartir con su madre, con su esposo y con sus hijos y —por qué no— de vez en cuanto le ha tocado limpiar ventanas y los baños de su hogar. “En la cocina estoy querido porque está mami”, dijo al colarse una sonrisa.
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