Fue Regina King, quien ganó su cuarto premio Emmy el domingo por la noche, quien quizás resumió el evento con mayor brevedad y exactitud: “Esto es muy raro”.
Y sí. Recibir un Emmy en tu propia casa, de una persona que no sabías que venía, con los demás nominados conectados por Zoom desde sus hogares mientras el anfitrión Jimmy Kimmel actuaba en un teatro vacío con fotos de actores tamaño real en las butacas, definitivamente fue rarísimo.
Pero los “Pandemmys”, como Kimmel llamó esta ceremonia de premios, también tuvieron momentos maravillosos que fluyeron muy bien — cuando Kimmel y Jennifer Aniston no estaban a punto de incendiar el Staples Center con un intento ferviente por desinfectar el sobre con el nombre de un ganador con fuego real (sí, era un chiste sobre el coronavirus).
Algunos momentos clave de una noche inolvidablemente inusual:
QUEREMOS LO MISMO QUE ELLOS
Mientras las llamas se extinguían en el escenario, el verdadero calor se incrementaba en Toronto, donde el elenco y los creadores de “Schitt’s Creek” tuvieron una noche memorable. El primer premio de la ceremonia, a mejor actriz en una serie de comedia, fue para la veterana Catherine O’Hara, y entonces continuó la racha ganadora. Nadie estaba más contento que Daniel Levy, hijo del ganador del Emmy al mejor actor Eugene Levy. El Levy más joven obtuvo el premio al mejor guion de comedia, compartió el de mejor dirección y se alzó con el de mejor actor de reparto.
UN LLAMADO A VOTAR
Daniel Levy usó parte de su considerable tiempo frente al micrófono para exhortar a los espectadores a votar en las elecciones presidenciales de Estados Unidos en noviembre. Al señalar que su programa “en esencia es sobre los efectos transformadores del amor y la aceptación”, llamó a los televidentes a ejercer su derecho al voto “porque esa es la única manera en que vamos a tener amor y aceptación”. Por supuesto, no fue el único: King, cuando recibió su premio por “Watchmen” de HBO, les recordó a los espectadores que “tengan un plan de voto, vayan a ballotpedia.com, voten en línea, por favor”. Mark Ruffalo, ganador de un premio por “I Know This Much Is True”, también destacó la importancia del voto.
NO HAY OTRO LUGAR COMO EL HOGAR
Que la mayoría de los ganadores aceptaran sus premios desde casa era una solución que nació de la necesidad, pero hubo algo gratificante en ver a los famosos en sus propias salas, rodeados de seres queridos, así de torpe o desorganizado como en ocasiones fue. Cuando Ruffalo, por ejemplo, habló del “momento importante que enfrentamos” como país, fue celebrado con sonrisas, lágrimas y puños al aire por su esposa Sunny, de seguro una de las más alentadoras en la historia de los Emmy. Por un momento, debemos decir, dejamos de ver a Ruffalo y nos enfocamos en ella. En Twitter al menos uno opinó que se merecía el premio a la mejor actriz de reparto.
¡MAMI!
Uzo Aduba, quien fue laureada con un Emmy por su papel de Shirley Chisholm en “Mrs. America”, supo lo primero que debía decir: “¡Mamá, gané!” Su madre, que estaba en el piso de abajo, según Aduba estaba algo confundida con el modo en que se realizaba la ceremonia. “No lo captó por completo”, dijo más tarde la actriz. “‘¿Qué quieres decir con que los Emmy van a ser en la casa? ¿Viene gente para acá?’ Ella estaba abajo muy emocionada y orgullosa”. Lo más tierno fue cuando Aduba terminó su discurso, se apartó de la cámara y gritó: ”¡Mami!”
ZENDAYA HACE HISTORIA
Otro lindo momento hecho en casa fue cuando Zendaya, a sus 24 años, se convirtió en la ganadora más joven del premio a la mejor actriz en una serie de drama por su papel de una adolescente aquejada de problemas en “Euphoria”. Rodeada por un grupo de familiares y amigos emocionados, sin duda hubo euforia en la sala. “Sé que este parece un momento realmente extraño para celebrar”, dijo Zendaya. “Pero sólo quiero decir que hay esperanza en los jóvenes allá afuera… (aunque) nuestro programa de TV no siempre sea un gran ejemplo de eso”.
MODA INCISIVA
En una noche en que algunos se vistieron bastante informales y otros lucieron trajes de gala (te vimos, Billy Porter), no hubo reglas de moda. Tanto King como Aduba usaron esa libertad para resaltar un momento importante en la lucha por la justicia social, al usar camisetas con referencias a Breonna Taylor, la técnica en emergencias médicas de 26 años de Louisville, Kentucky, que murió baleada por agentes policiales en marzo. “Los policías aún no han sido hechos responsables”, dijo King en una sesión de Zoom con periodistas. “Ella representa sólo décadas, cientos de años de violencia contra personas negras. Usar la imagen de Breonna y representarla a ella y a su familia… me pareció apropiado”. Aduba llevó una camiseta negra con el nombre de Taylor en letras doradas. Sterling K. Brown entregó el último premio de la noche, a mejor serie de drama, con una camiseta de Black Lives Matter.
UN AGRADECIMIENTO REFRESCANTE
Los ganadores usualmente les agradecen a sus esposas, hijos, padres y agentes, pero no tanto a sus terapeutas. Por eso resultó conmovedor oír a Cord Jefferson, quien ganó el Emmy por el guion de “Watchmen”, agradecerle a su propio terapeuta, al que identificó sólo como Ian. “Soy un hombre diferente al que era hace dos años”, dijo. “Te quiero. Has cambiado mi vida de muchas maneras”. Y, agregó: “La terapia debería ser gratuita en este país”.
O’HARA ABRAZA SU EDAD
Ya la mencionamos una vez aquí, pero es tan maravillosa que merece su propio apartado. Cuando O’Hara recibió su premio a la mejor actriz de comedia por “Schitt’s Creek”, hizo una referencia a lo difícil que es para una mujer de su edad — 66 años, como su personaje — conseguir papeles sustanciosos como el suyo en este programa. “Estaré por siempre agradecida con Eugene y Daniel Levy”, dijo, “por la oportunidad de interpretar a una mujer de cierta edad, mi edad, que puede ser completa y ridículamente ella misma”. Sus fans están agradecidos de que tuvo seis temporadas para ser completamente ridícula, y están deseosos de ver qué otra ridiculez hará después.