Si disfrutó los avances de esta cinta que estrena mañana en la plataforma de Apple TV+ , no quedará decepcionado cuando vea la película. Palmer presenta la historia de una ex estrella de fútbol de escuela secundaria, Eddie Palmer (Justin Timberlake), que pasa de ser un héroe local a un convicto.
Una vez sale de prisión, regresa a pueblito natal en Louisiana, donde se muda con su abuela Vivian (June Squibb). Pero todo se complica cuando la vecina de Vivian, Shelly (Juno Temple), desaparece dejando a su hijo Sam (Ryder Allen) de 7 años, al cuidado de Palmer. Con el tiempo, Palmer comienza a desarrollar una conexión con Sam, un precoz niño que no es como los demás. Juega con muñecas, lleva un broche en el pelo, prefiere compartir con niñas y su personaje favorito es una hada madrina de televisión, de quien quiere disfrazarse en Halloween.
Mientras Palmer va conociendo a Sam, su vida comienza a tomar un giro esperanzador. Pero como toda película, piedras en el camino intentarán descarrilar esta relación y la atracción que Palmer comienza desarrollar hacia la maestra del niño, Maggie (Alisha Wainwright) .
El principal atractivo de esta cinta lo conforma la entrega de los actores principales a sus personajes, especialmente la química entre Timberlake y Allen. La emotiva dirección de Fisher Stevens, un actor (Short Circuit) que ha evolucionado su carrera a director de documentales, trae una sensibilidad particular a esta historia, aun llena de convencionalismos, que nos permite formar parte de la evolución de la relación entre Sam y Palmer, y como audiencia vamos a alcanzar conectar con ambos, gracias también a la honestidad de un decente guion, que se concentra en los temas de empatía y aceptación, particularmente en los diálogos entre ambos, donde Palmer comienza abrir su caparazón para entender a Sam.
Timberlake (The Social Network, Runner Runner) consigue su mejor interpretación al momento logrando comunicar mucho con poco, como la frustración, el dolor y el coraje, que trata de controlar para no regresar a la cárcel. Pero aun con la gran interpretación de Timberlake, es el novel Allen quien se roba todas las escenas porque combina su carisma y encanto con un guion que le hace justicia a su personaje, exponiendo abiertamente la bondad que emana de su personaje que solo busca ser feliz y hacer feliz a aquellos a su alrededor.
La cinta peca de utilizar de forma simple problemáticas relevantes como la homofobia, el machismo, la violencia de genero y las injusticias de un sistema judicial fracturado, para justificar algunas acciones de los protagonistas y proveer de continuidad a la narrativa, provocando que la simpleza de la historia no permita que se profundice en estos temas más allá de presentarlos para probar algunos puntos.
Esto no es impedimento para dejarnos seducir por la premisa central y aunque el desenlace pudiera resultar predecible, ya estamos lo suficientemente encantados con la historia y las actuaciones que lograrán satisfacer a la audiencia al punto de las lágrimas.