La reina Isabel II celebraba el miércoles su 95to cumpleaños de forma discreta en el Castillo de Windsor, apenas unos días después del funeral de su marido, el príncipe Felipe.
Se esperaba que algunos miembros de la familia real pasaran el día con la monarca. Su cumpleaños coincide con las dos semanas de luto de la casa real por Felipe, que acaban el viernes.
El primer ministro británico, Boris Johnson, fue uno de los muchos que envió sus buenos deseos a la reina.
“Siempre he tenido la mayor admiración por Su Majestad y su servicio al país y a la Mancomunidad”, tuiteó Johnson. “Me enorgullece servir como su primer ministro”.
Felipe, que tenía el título de duque de Edimburgo, murió el 9 de abril a los 99 años. Familiares y amigos se reunieron el sábado para su funeral en la capilla de San Jorge, en Windsor, para su funeral.
Su muerte se produjo unos meses antes de su 100mo cumpleaños, que debía ser el centro de las celebraciones reales este año. El 95to cumpleaños de la reina se había planificado como un un evento más discreto.