¿Alguna vez ha fantaseado ubicándose en una película o telenovela de época con toda la majestuosidad que ello implica? ¿Se ha soñado llegando a un palacio, cruzando arcos o subiendo imponentes escaleras? Pues sepa que ya puede recrear esas imágenes y vivir una experiencia única en el corazón del Viejo San Juan al hospedarse en el majestuoso Hotel Palacio Provincial.
El histórico edificio de la Diputación Provincial de España en Puerto Rico ahora alberga un hermoso hotel en el que se ha cuidado cada detalle patrimonial logrando un equilibrio en su restauración y decoración para mezclar exquisitamente la historia, modernidad y la contemporaneidad. La experiencia del huésped en este hotel, ubicado frente a la Plaza de Armas en el Viejo San Juan, es incomparable con cualquier otra oferta en la Isla.
Caminar las calles adoquinadas de la ciudad amurallada hasta llegar al imponente edificio, pintado de un amarillo que te ubica en el estilo colonial, y pasar por la imponente puerta doble de madera para toparte con las escaleras centrales de la estructura es un indicio de que lo que será la experiencia. A cinco meses de su apertura, la acogida del hotel entre turistas y locales es la mejor muestra de que se trata de un lugar mágico.
El arquitecto y diseñador Jorge Rosselló tuvo a su cargo la ambientación del hotel, que está inspirada en la autenticidad del edificio al cual el Registro Nacional de Edificios Históricos denomina como “una de las joyas arquitectónicas del distrito histórico”. La restauración tuvo un costo de unos $12 millones. Y es que la inversión puede apreciarse en cada detalle que devuelve a su esplendor esta edificación neoclásica del arquitecto español Enrique Berrocal.
La magia no solo está en la restauración, sino en los detalles. Por ejemplo, cada una de las 43 habitaciones del hotel cuenta con reproducciones de caligrafía antigua pertinente a la historia del edificio y las mentes ilustres que lo recorrieron. Además, en cada habitación encontrará una talla de un gallo de pelea que nos ubica en la tradición del deporte de los caballeros y evoca el debate que se daba entre los diputados de la corona española. A lo lago y ancho de la estructura se ubican códigos de barra que al escanearlos cuentan la historia del palacio que también fue Cámara Insular, la sede del primer Parlamento de Puerto Rico, la primera oficina del Servicio Postal de Estados Unidos en la Isla, la Biblioteca Insular, y la oficina de telégrafos y teléfonos, entre otras. Más recientemente, el Palacio de la Diputación sirvió como centro de trabajo del Departamento de Estado de Puerto Rico durante la segunda mitad de siglo XX.
Retornando al uso actual del espacio, el hotel brinda una serie de experiencias cuidadosamente diseñadas para sus visitantes. El área de la piscina es, sin lugar a dudas, pieza central en la experiencia del huésped. La piscina infinita está ubicada en una azotea con terraza, jacuzzi y bar que ofrece vistas incomparables a la Bahía de San Juan y la ciudad colonial. No podrá resistir la tentación de hacer una sesión fotográfica en este espacio. Pero lo mismo le ocurrirá en las escaleras y pasillos del hermoso Palacio Provincial.
Parte central de la experiencia de turismo es la gastronomía y para ello la gerencia del hotel confió en el chef Víctor Torres, quien desarrolló un sencillo, pero impresionante menú desde el desayuno hasta la cena en el Consular Restaurant & Bar. Este espacio es otra maravilla, pues es una terraza/patio interior al aire libre que permite visibilidad a la edificación en sí misma como obra de arte.
Para empezar el día, Consular tiene su menú de desayuno que incluye platos con frutas frescas y productos del país. Los domingos, el equipo culinario del hotel sorprende al elevar su oferta gastronómica con un exquisito, variado y único brunch.
En el menú principal de Consular encontrarán el churrasco a la plancha en mantequilla de ajo con cazuela de gratinado de batata y trufas; chillo en caldo de lemongrass y puré de apio; pechuga de pollo cortada a la francesa con col rizada carbonizada, salsa de tomate y requesón local; y pulpo a la gallega con patatas españolas y pimentón dulce.
La barra ofrece un concepto de coctelería elevado. Los cócteles exclusivos llevan el nombre de la temática diplomática e histórica del hotel como “El Delegado”, “Fortaleza”, “Old City”, el “Diplomático”, “The Old-Fashioned Twist”, “Isabelita” y “La española”.
Al igual que el nombre de los cócteles, los espacios del hotel han sido bautizados con nombres evocativos de su historia, tales como Bar Consular, Suite Canciller y Suite Emisario. Asimismo, es el caso de la Suite Nupcial, llamada Infanta Eulalia en honor a la hija menor de la Reina Isabel II, quien visitó la Diputación Provincial en 1893 junto a su esposo Antonio de Orléans, en representación de la Corona.
En fin, quedarse en el Hotel Palacio Provincial es viajar en el tiempo, es un sueño de película. Piense en los diputados de la Corona que vigilaban al gobernante desde este palacio y piénsese usted sentado en una piscina infinita vigilando la bahía de San Juan.
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