Britney Spears dejó sin palabras al mundo entero al declarar ante un juez en Estados Unidos, cómo ha sido su vida en la última década al estar bajo la tutela de su padre, Jamie Spears, quien en 2008 solicitó hacerse cargo de la supervisión de su hija al preocuparle su salud mental y emocional.
En esa época, la vida de Britney Spears era un torbellino debido a la fama y al acoso de los paparazis, que prácticamente la seguían día y noche, invadiendo su privacidad y la de sus hijos, lo que daba paso a la creación de rumores infundados sobre su vida en general. Todo este contexto afectó su salud emocional.
Él es Sam Asghari, el novio de Britney Spears que se ha convertido en su pilar
A raíz de esto, desde 2008 el papá de Britney Spears se ha encargado de administrar toda la fortuna de la artista de 39 años, controlando cada aspecto de su vida profesional y personal. Pero dicho control parece haber llegado demasiado lejos, ya que la cantante ha estado viviendo un calvario desde hace 13 años a raíz de esta medida legal llamada en EEUU “Conservatorship”.
En primer lugar, esta tutela la ha obligado a trabajar en contra de su voluntad, haciendo giras y diferentes presentaciones bajo amenaza.
“Mi administración dijo que si no hago esta gira, tendré que encontrar un abogado y, por contrato, mi propia administración podría demandarme si no cumplía con la gira”, confesó en su declaración. “Fue muy amenazante y aterrador. Y con la tutela, ni siquiera pude conseguir mi propio abogado. Así que por miedo, seguí adelante e hice la gira”, agregó.
También alegó que esta tutela le prohíbe tener más hijos: “Tengo un [ DIU ] dentro de mí en este momento para no quedar embarazada … pero este supuesto equipo no me deja ir al médico a sacarlo porque no quieren que tenga hijos”.
El apoyo más grande para la cantante: su pareja
Pero en toda esta historia, que parece sacada de una película, hay algo positivo: el novio de Britney Spears. Sam Asghari ha sido la roca de la cantante, su mayor pilar en los últimos años para no decaer y seguir adelante, luchando por obtener esa libertad en su vida que tanto añora y necesita.
Una fuente cerca a la artista dijo a la revista People, que su pareja la ha respaldado en cada uno de sus recientes pasos en favor de su libertad. “Sam ha sido la roca de Britney por años. Se asegura de que coma bien, de que haga ejercicio”, dijo. “Ella se apoya en él para todo. Él trabaja y tiene su propia vida también, pero él siempre está cerca de ella como puede”, agregó la persona.
Aunque Sam Asghari no es muy mediático, sí ha hablado maravillas de su novia cuando ha ofrecido entrevistas a los medios. De hecho, el pasado febrero, también habló con la revista People, proyectándose en el futuro con Britney Spears.
“Siempre he querido lo mejor para mi otra mitad y seguiré apoyándola para que persiga sus sueños, creando el futuro que ella quiere y que merce”, enfatizó, agradeciendo todo el apoyo que la artista ha recibido de parte de sus fans en todo el mundo.
Sam Asghari tiene 27 años, pero esa diferencia de edad con su novia no significa nada para la pareja. Nació en Teherán, Irán, pero reside en Estados Unidos y es entrenador personal, dedicándose principalmente a la industria del fitness y estilo de vida.
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