R. Kelly, la superestrella del R&B conocida por su himno “I Believe I Can Fly”, fue condenado el lunes en un juicio por tráfico sexual después de décadas de evitar la responsabilidad penal por numerosas acusaciones de mala conducta con mujeres jóvenes y niños.
Un jurado de siete hombres y cinco mujeres encontró a Kelly culpable de crimen organizado en su segundo día de deliberaciones.
Los cargos se basaron en el argumento de que el séquito de gerentes y asistentes que ayudaron al cantante a conocer chicas, y mantenerlas obedientes y calladas, equivalía a una empresa criminal.
Varios acusadores testificaron con escabrosos detalles durante el juicio, alegando que Kelly los sometió a caprichos perversos y sádicos cuando eran menores de edad.
Durante años, el público y los medios de comunicación parecían más divertidos que horrorizados por las acusaciones de relaciones inapropiadas con menores, comenzando con el matrimonio ilegal de Kelly con el fenómeno del R&B Aaliyah en 1994 cuando tenía solo 15 años.