Luego de tres años cautivar la Calle Loíza con su típica cocina Argentina, el restaurante Agárrate Catalina decide darle un giro a su popular cocina y llega a la Calle Magdalena en Condado, buscando cautivar nuevos mercados y horizontes.
Debido al gran patrocinio del público, el antiguo bodegón argentino ya se les hacía pequeño en espacio para la gran demanda que estaban teniendo. Por esta razón, los propietarios Adrián Romano y Víctor Acevedo, deciden emprender esta nueva aventura con el propósito de ofrecerles a sus comensales un nuevo espacio mucho más cómodo y amplio. La nueva bodega, decorada con toques clásicos y elegantes, brinda una experiencia única donde todos los sentidos juegan un rol protagónico, permitiéndole al comensal remontarse a los clásicos Bodegones Argentinos del siglo XX.
Al igual que el nuevo espacio, el menú fue renovado con una oferta más extensa y variada para seguir resaltando lo típico de la cocina argentina con sus ricas influencias italianas y españolas.
“Nuestra tendencia es bien de casa, el pan y las pastas son caseras, todo lo elaboramos aquí y muchas de las recetas son de mi abuela. Con la propuesta que traemos a Condado, buscamos darle más protagonismo a la parrilla con los cortes de carnes” destacó Romano, uno de los propietarios.
Para la presentación de este nuevo bodegón y su menú, Agárrate Catalina invitó a un selecto grupo de medios de comunicación e “influencers”, a una exclusiva cena de maridaje. La misma, estuvo a cargo por el chef Marcelo De Los Santos, quien es la mente maestra detrás de cada gran sabor en estos platos. Los invitados fueron recibidos con el famoso y refrescante cóctel de la casa, llamado “Freshcata”, hecho con vodka, limonada y fresas frescas. Mientras, en el fondo de esta nueva bodega, se apreciaban notas románticas de tango argentino, de la mano del bandoneón. Con esta ambientación era prácticamente imposible no transportarse a la antigua
Argentina y sus bodegones de principios del siglo pasado. De esta forma, se dio comienzo a la cena de maridaje de 6 cursos donde destacaban platos como: empanadas de carne con su clásico chimichurri, buñuelos de espinaca, cowboy steak con ñoquis de malanga, ravioles rellenos de espinaca y pollo, asado braseado en malbec con risotto y para terminar, la famosa copa melba, típica de los bodegones porteños.
Ambos propietarios proyectan expandir el restaurante al segundo piso del edificio, donde habrá una barra y un salón al aire libre con capacidad para 70 personas.
“Las terrazas son muy comunes en esta área y sabemos que a los comensales les gusta mucho disfrutar de ellas. Queremos brindarle la opción al cliente de aprovechar la vista y el clima que ofrece nuestro nuevo espacio en Condado”, concluye Acevedo.