En momentos en que el nivel semanal de casos de influenza en Puerto Rico se acerca peligrosamente al umbral de alerta, urge que la ciudadanía conozca todas las opciones y herramientas disponibles para prevenir y atender la enfermedad, más allá de la vacuna y el Tamiflu.
“La vacunación es una de las herramientas, pero la efectividad varía, por ejemplo, en adultos entre un 16 % y un 70 %, y esto lo puedes ver en el portal cibernético del CDC (Centros para la Prevención y el Control de Enfermedades)”, apuntó el doctor Víctor Marcial, radioncólogo y experto en medicina convencional e integral.
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“Recomiendo usar aceites esenciales en las manos, lavanda dentro de la nariz, que es por donde más común entra el virus”, explicó el doctor Víctor Marcial, radioncólogo y experto en medicina convencional e integral.
Debido a la cantidad de tipos, subtipos y cepas de influenza, así como la posibilidad de que aparezcan nuevos virus (como ocurrió en 2009 con el nuevo virus de la influenza A-H1N1), aumenta el margen de incertidumbre respecto a cuán efectiva será la vacuna en el organismo.
“Ese factor de incertidumbre hace que la vacunación no sea tan efectiva, como otras estrategias”, indicó Marcial.
Lecciones no aprendidas
Con la aparición del nuevo virus de influenza A-H1N1 en 2009 y ante la ausencia de una vacuna para ese tipo de virus en aquel momento, los sistemas de salud en diversas partes del mundo debieron concentrar sus esfuerzos de prevención en otros métodos, incluido el Departamento de Salud (DS) de Puerto Rico.
“Hay otras estrategias que se han demostrado que son extremadamente efectivas”, afirmó Marcial.
La campaña masiva se concentró entonces en el lavado constante de manos, toser sobre el brazo, fomentar el uso de mascarillas y, si la persona era positiva al virus, evitar el contacto con otros individuos para prevenir el contagio.
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“Esa estrategia bajó la incidencia de nuevos casos de influenza, en esos meses, a cero, y la mortalidad también bajó a casi cero. Es la única vez en la historia en los últimos 10 años que eso ha ocurrido, y la gente en el Departamento de Salud como que se olvida de ese dato”, dijo Marcial. “Eso es lo más importante para controlar esta epidemia; no es la vacunación”, afirmó el experto en medicina integral.
Una vez apareció la vacuna contra el nuevo tipo de virus de influenza A-H1N1 en 2009, la campaña masiva se concentró en la vacunación y, desde entonces, continúa siendo así. Particularmente, durante la temporada actual 2017-2018, la campaña de vacunación del DS solo ha logrado impactar entre un 3 % y 5 % de la población en Puerto Rico.
Un abanico de opciones
A pesar de que el discurso del DS enfatiza en la vacuna y el Tamiflu, lo cierto es que existen otras estrategias efectivas probadas en estudios, aseguró Marcial.
El Tamiflu, por ejemplo, solo podría reducir un día de la enfermedad en la persona, de acuerdo con estudios citados por el doctor. Sin embargo, el aceite esencial del anís estrellado, que es la base del Tamiflu, podría tener mejores efectos.
“Esto suele ocurrir mucho en la farmacopea, donde creemos que el componente activo de una medicina es mejor que el origen de esa medicina. El anís estrellado puro es bien efectivo para disminuir el tiempo de la enfermedad”, apuntó el experto en medicina integral.
Otro método para reducir los días del virus en el organismo utilizados por Marcial es el oxilococcinum, que es una homeopatía.
La homeopatía es una dilución del agente que te está causando la enfermedad”, explicó el médico. “Hay cierta memoria en esa preparación que hace que tu cuerpo se active como si fuera el virus y lo atacara, así que tú tomas la homeopatía del virus de influenza, lo diluyes, lo que queda ahí es agua o azúcar y no queda nada del virus, pero el cuerpo reacciona como si el virus estuviera y los mecanismos para la defensa del virus se activan”, añadió.
De acuerdo con Marcial, en 2014, Cuba logró controlar una epidemia de leptospirosis utilizando la homeopatía y desde entonces ha tratado a alrededor de 2 millones de adultos y niños. Asimismo, en la provincia de Andhra Pradesh en India, más de 20 millones de adultos y niños han sido tratados con homeopatía contra la encefalitis japonesa viral.
“En dos años bajó la mortalidad y morbilidad de la encefalitis japonesa a cero, solamente con homeopatía, porque no había dinero para vacunación y no había sido muy efectiva”, explicó Marcial, al tiempo que dijo que mantiene comunicación con médicos científicos de la India para desarrollar una estrategia a base de la homeopatía de cara a la próxima temporada de influenza en Puerto Rico.
El doctor también recomendó el uso de aceites de lavanda, menta, eucalipto, albahaca, mejorana y romero para reducir los virus y bacterias.
De acuerdo con Marcial, el uso de vitamina C, tanto por boca como por vena, también es muy efectivo contra la influenza, así como mantener un sistema inmunológico fortalecido. Para cualquiera de los métodos recomendados, el experto recomendó visitar un médico especializado en la medicina integral o en el tratamiento específico, para así recibir las especificaciones de tratamiento adecuadas para cada paciente en particular.
“Recomiendo usar aceites esenciales en las manos, lavanda dentro de la nariz, que es por donde más común entra el virus, y ponerlo en el área de la cara porque eso ayuda a evitar esta propagación”, explicó.
Puede recibir más consejos del doctor Marcial, en su clínica Marcial Integrative Medicine Center, su perfil de Facebook o llamando al 787-767-2587.
Conoce los tipos de virus de influenza:
- Hay cuatro tipos de virus de la influenza: A, B, C y D. Los virus A y B de la influenza en seres humanos causan epidemias estacionales de la enfermedad casi todos los inviernos en los Estados Unidos. La aparición de un virus nuevo y muy diferente de la influenza A con la capacidad de ocasionar infecciones en las personas puede desencadenar una pandemia de influenza.
- Las infecciones de influenza tipo C causan generalmente una enfermedad respiratoria leve y no se cree que puedan desencadenar epidemias.
- Los virus de influenza D afectan principalmente al ganado y no se cree que puedan causar infecciones o enfermedades en los seres humanos.
- Los virus de influenza A se dividen en subtipos según dos proteínas de la superficie del virus: la hemaglutinina (H) y la neuromidasa (N). Hay 18 subtipos diferentes de hemaglutinina y 11 subtipos diferentes de neuromidasa. (H1 hasta H18 y N1 hasta N11 respectivamente).
- Los virus de influenza A pueden dividirse en diferentes cepas. Los subtipos actuales de virus de influenza A que se detectan en las personas son A (H1N1) y A (H3N2). En la primavera de 2009 emergió un nuevo virus de influenza A (H1N1).
- Este virus era muy diferente de los virus de la influenza A (H1N1) que circulaban entre las personas en aquel momento. El nuevo virus causó la primera pandemia de influenza en más de 40 años.
- Los virus de la influenza B no se dividen en subtipos, pero pueden dividirse en líneas y cepas. Los virus de la influenza B que circulan actualmente pertenecen a una de las dos líneas: B/Yamagata y B/Victoria.
Vea también: Puerto Rico supera los 2,000 casos de influenza en la cuarta semana de enero
Salud reconoce falta de énfasis en medidas preventivas
La doctora Concepción Quiñones de Longo, subsecretaria del DS, indicó en entrevista con Metro que la agencia se encuentra aún por debajo de la cifra de vacunados que espera alcanzar durante las próximas semanas, al tiempo que reconoció que el DS “quizás” no ha sido “tan enfático” en lo que llaman medidas universales de prevención.
“Son efectivas y quiero dejar claro que debemos recalcarlas”, afirmó la doctora.
“Son efectivas y quiero dejar claro que debemos recalcarlas”, afirmó la subsecretaria del DS, en referencia a las medidas preventivas de la influenza.
Se trata de las mismas medidas que durante la pandemia de influenza A-H1N1 en 2009 ayudaron a prevenir contagios y muertes antes de que existiera una vacuna para el nuevo tipo que surgió en esa temporada, como utilizar mascarillas, lavarse las manos constantemente, no utilizar las manos para taparse la boca al toser, sino el brazo, evitar el contacto con otras personas si se está enfermo, entre otros. Quiñones de Longo, sin embargo, enfatizó en que de todos modos, toda persona debe vacunarse en contra de la influenza.
La doctora indicó también: “Sabemos que mientras la persona tiene síntomas y tiene fiebre es contagioso. Tiene que haber estado por lo menos 24 horas sin fiebre y sin síntomas para que, en adelante, pueda reintegrarse a su trabajo o la escuela”.
Quiñones indicó que el DS espera poder vacunar al menos el 15 % de la población durante las próximas semanas. Hasta el pasado jueves, la cifra de vacunados se ubicaba entre el 3 % y el 5 %.
“Nosotros, en realidad, quisiéramos, por lo menos, tener 15 % de la población vacunada, no creo que hayamos alcanzado esa cifra todavía”, apuntó, al tiempo que añadió que la mayor preocupación del DS es que los padres no están llevando a los niños de nueve años o menos a vacunar, el renglón con mayor cantidad de casos reportados.
Si bien el DS ha redoblado esfuerzos durante la última semana —anunciando y llevando a cabo clínicas de vacunación en distintas partes de la isla—, la cercanía del pico de casos de la temporada, que históricamente se registra entre la sexta y décima semana del año, podría jugar en contra de la ciudadanía.
“Quiero recalcar que la vacuna, aunque no proteja 100 %… Sí hay una cosa muy importante y es que las personas vacunadas si contraen la enfermedad, sus síntomas tienden a ser más leves. Hay menos hospitalizaciones y menos probabilidad de que tengas una complicación grave o te puedas morir”, aseguró la subsecretaria.