Al lado del sillón donde usualmente los niños lo acompañan y le leen, se mantiene Sting cuyo rostro de tristeza se ha robado el corazón de todos en las redes sociales.
El motivo que hace sufrir al animal es que nadie se ha inscrito en el programa de lectura en el que participa hace dos años, en el que dos veces al mes escucha las historias de los pequeños.
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Sting fue invitado a la biblioteca de White Bear Lake en Minneapolis como parte del programa “Patitas y lectura”, que busca acercar a los niños pequeños con el mundo de los libros.
Usualmente en la hora destinada para la lectura el animal escucha la lectura de al menos tres niños, pero desafortunadamente nadie se ha inscrito.
La tristeza de Sting fue compartida en redes sociales donde rápidamente se transformó en viral, lo que llevó a que cientos de entusiastas se inscribieran para participar en las sesiones y alegrar al deprimido can.