ANCHORAGE, Alaska — Los escaladores de la montaña más alta de Norteamérica tendrán que llevarse su materia fecal, después de que un investigador determinó que ésta no se descompone en lo profundo de un glaciar al cual se arrojaban buena parte de los desechos.
El geólogo especialista en glaciares Michael Loso estima que 36.000 escaladores depositaron entre 69 y 97 toneladas métricas de materia fecal en el glaciar Kahiltna, un tramo de la ruta más utilizada hacia la cima del monte Denali.
Desde hace más de una década, el Servicio de Parques Nacionales exige que los escaladores no dejen materia fecal en la superficie de la montaña en Alaska. Éstos colocaban sus desechos en bolsas biodegradables de inodoros portátiles y las arrojaban a las grietas profundas del glaciar.
Pero las investigaciones de Loso revelan que los desechos no llegan al fondo del glaciar, nunca están expuestos a temperaturas extremas que las desintegran y probablemente reaparecen río abajo como manchas en la superficie del Kahiltna, donde el derretimiento supera la nevada anual.
Los funcionarios dicen que no se debe arrojar desechos humanos que no se descomponen en un parque nacional y una zona protegida de vida silvestre.
“Estos cambios son en respuesta directa a las investigaciones”, dijo el guardabosque Chris Erickson, vía telefónica desde la localidad vecina de Talkeetna.
Las normas propuestas permitirían a los escaladores arrojar sus desechos solamente a una grieta en la mayor elevación. El resto tendrían que llevárselo consigo.