Cuando un bebé está dentro del útero de su madre, existe un vínculo increíble que comienza a formarse desde que comienza el embarazo. Una madre y un bebé en gestación comparten nutrientes a través de un cordón umbilical y aunque no lo creas, las emociones también llegan hasta el útero., afectándolo de una forma que pocas toman en cuenta
Así es, un bebé en el útero también puede sentir las emociones de su madre. Por eso, cuando una mujer siente emociones positivas, como amor, felicidad y emoción, el bebé se siente bien y recibe mejor sus nutrientes. Cuando la madre llora, tiene miedo o incluso presenta depresión, el bebé percibe emociones negativas, de modo que su desarrollo puede verse afectado de forma considerable.
Cuando se siente estresado o abrumado y llora, su bebé lo sentirá y también puede estar expuesto a las hormonas del estrés. La exposición prolongada a estas hormonas realmente puede comenzar a afectar negativamente a su bebé.
¿Por qué pasa esto?
La depresión durante el embarazo puede ser desatada por muchos factores: desde que este irrumpe súbitamente en la vida de una pareja cuando no lo lo tenían planeado, hasta por situaciones laborales o monetarias inestables y por supuesto, que la madre ya haya lidiado con esta desde tiempo atrás.
Cuando se trata de depresión, los médicos a menudo pueden pasarlo por alto. Una mujer que está deprimida tiende a experimentar varios cambios en el estilo de vida como un efecto secundario de su condición. Estos cambios en el estilo de vida pueden incluir no dormir lo suficiente, no tener apetito y sentirse débil.
Las consecuencias pueden ser graves
Según un estudio británico, las mujeres que están deprimidas durante el embarazo tienden a tener bebés con un ritmo de desarrollo más lento de lo habitual. La investigación llevada a cabo en el Reino Unido con 11, 000 mujeres, que tuvieron depresión durante el embarazo, reveló que existe una relación entre el nivel de depresión de la mujer durante el embarazo y el deficiente de desarrollo de sus bebés. La conclusión puso de manifiesto que las mujeres con depresión persistente durante el embarazo eran un 50 por ciento más propensas a tener hijos con determinados problemas, además de tener mayores probabilidades de dar a luz a un bebé prematuro o uno con bajo peso al nacer.
Tranquila, todo tiene solución
Lo mejor es acudir al psicólogo en busca de ayuda es la mejor opción dentro de las primeras medidas a tomar antes de continuar en esta situación por más tiempo.
-Salir con amigos y no privarse de hacer tu vida normal puede ser un gran calmante para los momentos donde te sientas triste.
-Si tienes problemas con tu pareja, lo ideal será acudir a terapias grupales con otras embarazadas para evitar peleas que te alteren.
-Hacer ejercicio suave como pilates, yoga prenatal o caminar es ideal para mejorar tu ánimo y de paso, mantenerte activa y en forma.
-Recibir un baño de luz solar a primera hora de mañana te ayudará a despejar tu mente, oxigenarte y cargarte de energía positiva. ¡Inténtalo!
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