Al menos 90 personas mueren cada día en los Estados Unidos por sobredosis relacionadas con el uso de opioides, según cifras de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés). Sin embargo, al abanico de beneficios que provee el uso del cannabis con fines médicos —reconocidos por el Departamento de Salud de Puerto Rico—, parece sumarse contrarrestar la adicción a opioides y reducir la necesidad de estos narcóticos.
“Lo que creo es que muchos doctores están observando que, al tratar o medicar con cannabinoides, no están lidiando con el potencial de adicción, como con los opioides”, afirmó el doctor Garrett E. Seale, neurocientífico principal de GES Consulting, en entrevista con Metro.
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“La diferencia principal entre los opioides y los cannabinoides en términos de toxicidad, es que no puede haber una sobredosis con cannabinoides, no está documentado en la historia del hombre”, afirmó el doctor Seale, al describir una de las ventajas más importantes del cannabis medicinal, sobre todo frente a los opioides,”que tienen potencial de sobredosis”. “Es muy importante comprender ese perfil de seguridad que los cannabinoides traen consigo”, añadió.
“Lo que está haciendo efectivamente (el cannabis medicinal), y esto se ha visto ya documentado en estudios, es que reduce la cantidad de unidades de opioides que los pacientes necesitan utilizar, al suplementar con el cannabis, para tratar el dolor, y reduce el potencial de adicción a esos opioides”, añadió el también director de MC Labs.
Es importante entender que,para la regulación del dolor, existen dos caminos dentro del organismo: el sistema endógeno opioide y el sistema endocannabinoide, explicó Seale. De acuerdo al doctor, rechazar uno o el otro significaría olvidarse de que ambos sistemas son conductos del dolor.
“Yo no lo veo como una opción o la otra, creo en tener todas las herramientas disponible”, expresó.
En ese sentido, Seale argumentó que la naturaleza adictiva del opioide puede ser atendida, por ejemplo, con el CBD, uno de los cannabinoides más utilizamos y reconocidos para fines médicos que en las cepas de cannabis híbridas reduce o elimina el efecto psicoactivo del THC, también reconocido cannabinoide para fines médicos, y crea un equilibrio de beneficios médicos. Un punto importante es que sin la psicoactividad, no hay riesgo de adicción.
“La diferencia principal entre los opioides y los cannabinoides en términos de toxicidad, es que no puede haber una sobredosis con cannabinoides, no está documentado en la historia del hombre”, afirmó el doctor, al describir una de las ventajas más importantes del cannabis medicinal, sobre todo frente a los opioides,”que tienen potencial de sobredosis”. “Es muy importante comprender ese perfil de seguridad que los cannabinoides traen consigo”, añadió.
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“Eso no significa que rechacemos los opioides completamente, son parte de las herramientas que los doctores necesitan, pero significa que miremos su naturaleza con mucha más precisión y entendamos que tenemos esta otra increíble herramienta , los tratamientos con cannabinoides”, explicó.
Algunos estudios ya lo documentan
Dos estudios publicados a principios del mes de abril en la revista Journal of the American Medical Association Internal Medicine (JAMA, por sus siglas en inglés), apoyan los argumentos del doctor Seale y sugieren el uso del cannabis medicinal para ayudar a las personas que luchan contra la adicción a opioides, que son narcóticos que se recetan para aliviar el dolor, aunque también se adquieren y utilizan de forma ilícita.
En ambas investigaciones se compararon los patrones de prescripción de opioides en los estados que promulgaron leyes de cannabis medicinal con aquellos que no lo han hecho. Uno de los estudios analizó las recetas de opioides cubiertas por la Parte D de Medicare entre 2010 y 2015, mientras que el otro analizó las prescripciones de opiáceos cubiertas por Medicaid entre 2011 y 2016.
Los investigadores encontraron que los estados que permiten el uso de cannabis con fines médicos tenían 2.21 millones menos de dosis diarias de opioides recetadas por año, bajo la Parte D de Medicare, en comparación con aquellos estados sin leyes de cannabis medicinal. Las recetas de opioides bajo Medicaid también se redujeron en un 5.88 % en los estados con leyes de cannabis medicinal, en comparación con los estados sin esas leyes.
Las sobredosis por opioides son la causa de más de 42,000 muertes por año, según los CDC. De acuerdo con reportes, el uso de opioides ha estado relacionado con más de 500 mil muertes desde el año 2000.
De hecho, las muertes por sobredosis de opioides, recientemente, superaron las fatalidades por accidentes vehiculares y por tiroteos como la causa más común de muerte accidental en los Estados Unidos, de acuerdo con los CDC.
Ante la situación, cabe cuestionar si la planta de cannabis y sus cannabinoides ofrece tantos beneficios a los pacientes de diversas condiciones, incluyendo el dolor crónico, ¿por qué había quedado tan rezagado su uso, contrario a los opioides?
La respuesta, en principio, se encuentra en la historia científica. Según explicó el doctor Seale, el sistema endógeno opioide fue descubierto y estudiado por los científicos muchos antes que el sistema endocannabinoide. A eso se suma que su uso fue favorecido por el Gobierno federal de Estados Unidos, además de que fue indispensable durante la Segunda Guerra Mundial.
“La necesidad del opioide y su uso permitieron que fueran la herramienta predominante para tratar el dolor”, explicó el científico, quien será uno de los conferenciantes en la conferencia Puerto Rico MedCann.Biz este jueves y viernes en Vivo Beach Club en Isla Verde. No es hasta la década del noventa que comienzan a desarrollarse investigaciones sobre el sistema endocannabinoide. Pero aún queda mucha información por demostrar y recopilar, reconoció Seale, y en esa dirección se mueven los científicos.
Puerto Rico como espacio de investigación
En el ámbito global, los expertos más destacados no solo buscan demostrar científicamente los beneficios de los cannabinoides para condiciones crónicas como el cáncer y otras, sino que, también, buscan desarrollar ensayos clínicos dirigidos a trabajar con la dependencia adictiva a opioides.
Este tipo de estudios ya existe en Estados Unidos, aunque de forma limitada, dado que el uso de cannabis medicinal depende de las regulaciones estatales y federales. Puerto Rico es una de las 29 jurisdicciones estadounidenses que permite el uso del cannabis medicinal bajo un ordenamiento legal y se proyecta como un importante centro de investigación.
“En Puerto Rico, en particular, lo que tratamos de hacer desde un punto de vista educativo es sentar las plataformas para los ensayos clínicos que necesitamos y los datos que necesitamos. Se ha comenzado a establecer toda la infraestructura, para movernos hacia adelante de manera efectiva con esto”, indicó Seale.
“Esa infraestructura está ya en los niveles que tiene que estar; en el ámbito gubernamental, hay apoyo bipartito sobre este asunto en Puerto Rico y a nivel de inversión también, hay muchos inversionistas interesados”, apuntó el doctor. No obstante, expresó que aún es necesario que, en el ámbito científico e investigativo, más figuras se unan al esfuerzo.
Seale aseguró que están “trabajando activamente” para que se comiencen a llevar a cabo en la isla ensayos clínicos sobre los cannabinoides y el sistema endocannabinoide, junto a grupos de Estados Unidos, Canadá y Sudamérica. Estos ensayos, reiteró, son clave para demostrar los beneficios y proveer mejores y más efectivos tratamientos de cannabinoides y ve en Puerto Rico el potencial para que se realicen.
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