Es un gran interrogante para fumadores y legisladores: ¿Los cigarrillos electrónicos ayudan a la gente a dejar el hábito? Un amplio estudio de programas de “wellness” determinó que esos aparatos tienen el mismo impacto que otras herramientas para dejar de fumar y que lo único que realmente funciona es pagarle a la persona para que no consuma más cigarrillos.
Hay quienes dicen que el estudio no ofrece resultados definitivos sobre los populares productos de vapeo y que no corroboró rigurosamente su efectividad, sino que simplemente comparó los cigarrillos electrónicos con otros métodos entre 6.000 fumadores a los que se les ofreció ayuda para dejar el hábito. La información recabada, no obstante, es valiosa.
Los cigarillos electrónicos “no aumentaron la cantidad de gente que deja el hábito comparado con, básicamente, no hacer nada”, sostuvo Scott Halpern, médico de la Universidad de Pensilvania. “La mejor forma de ayudarlos a dejar el cigarrillo es ofrecerles dinero”.
Halpern encabezó el estudio, publicado esta semana en el New England Journal of Medicine. Fue auspiciado por el Vitality Group, que ofrece programas de salud y bienestar corporativo, conocidos como wellness. La fabricante NJOY suministró los cigarrillos, pero no participó en el estudio.
VAPEAR PARA DEJAR EL HÁBITO
Los cigarrillos electrónicos son aparatos que funcionan con pilas y evaporan la nicotina.
El estudio registró automáticamente a los fumadores de los programas de wellness de 54 empresas y pidió a quienes no querían participar que desistiesen de hacerlo. Solo 125 desistieron. Entre los demás, la gran mayoría no participaron activamente, pero sus resultados fueron también computados.
Fueron divididos en cinco grupos: 1. tratamiento tradicional, con información acerca de los beneficios de dejar el hábito y mensajes de texto motivadores; 2. Métodos como parches de nicotina y medicinas como Chantix o Zyban, complementados con el cigarrillo electrónico si no funcionan; 3. Cigarrillos electrónicos sin el requisito de ensayar otros métodos primero; 4. Herramientas para dejar de fumar y una recompensa de 600 dólares si se abstienen durante seis meses; 5. Herramientas para dejar de fumar y un depósito de 600 dólares en una cuenta al comienzo del estudio, pero el dinero es devuelto si no dejan de fumar.
Los resultados: el 0,1% del primer grupo dejó de fumar. En los demás grupos el promedio fue de 0,5% a casi un 3%. Los grupos que ofrecían efectivo fueron los que mejor funcionaron. Las tasas entre los demás grupos fueron similares.
Los autores del estudio dicen que ofrecer incentivos económicos para dejar de fumar les resulta más barato que otros métodos a las empresas y que un fumador le cuesta a las empresas de Estados Unidos entre 3.000 y 6.000 dólares anuales más que un no fumador.
LO QUE DICEN OTROS
“Los cigarrillos electrónicos son mucho menos dañinos que los normales, pero eso no quiere decir que ayudan a dejar el hábito”, expresó Cliff Douglas, experto en los problemas del tabaco de la American Cancer Society.
Gregory Conley, líder de la Asociación Nacional de Vapeo, dice que los cigarrillos electrónicos usados en el estudio eran obsoletos y que el método empleado fue “patético” ya que los fumadores fueron enrolados automáticamente y muchos de ellos probablemente no querían dejar de fumar.
La doctora Nancy Rigotti, directora de un centro de investigación y tratamiento del tabaco del Hospital General de Massachusetts, dijo que se trató de un estudio serio, que dio resultados “un tanto desalentadores y sorpresivos”. Sostuvo que es bien conocido el valor de métodos tradicionales y que tal vez el nivel de asesoría y apoyo no fue el adecuado en el estudio.
David Abrams, de la Universidad de Nueva York, se quejó de que el estudio no tomó en cuenta cuánta gente usó las herramientas a su disposición.
“No puedes decir que un tratamiento no funcionó si nadie lo usó”, expresó Adams, para quien los cigarrillos electrónicos son “lo mejor que ha surgido en diez años para ayudar a la gente a dejar el hábito”.