Se nos están enfermando los niños y los jóvenes. Se están discapacitando y muriendo los adultos prematuramente por enfermedades cardiovasculares, diabetes tipo 2, enfermedades respiratorias o determinados cánceres. Todas estas son enfermedades no transmisibles (ENT) relacionadas, principalmente, con la acumulación anormal o excesiva de grasa en el cuerpo, es decir, con sobrepeso y obesidad.
Y pueden prevenirse o controlarse con actividad física persistente. La Organización Mundial de la Salud (OMS) indica que cada año mueren, al menos, 2.8 millones de personas en el mundo por complicaciones de la obesidad. Y denuncia que los niños con sobrepeso tienen mayor probabilidad de ser obesos en la adultez y padecer ENT más temprano en la vida. La inacción no es opción. Hacer un hábito la actividad física sí. Y esto aplica a todas las personas de todas las edades. Te digo esto para que hoy mismo salgas a caminar, protejas tu salud o la de tus hijos, y vivas más y mejor.
Tres problemas de salud que mejoran con el ejercicio. Hipertensión: de acuerdo con Mayo Clinic, el ejercicio ayuda a bajar la presión sistólica (el número de arriba de tu presión) entre cuatro y nueve milímetros de mercurio (mm Hg). Esto significa que la actividad física frecuente puede tener una eficacia similar a algunos medicamentos para tratar la presión alta. Hacer ejercicio constante también ayuda a potenciar los tratamientos farmacológicos. La actividad física fortalece el corazón, y un corazón más fuerte bombea más sangre con menos esfuerzo. Se recomienda hacer, al menos, 150 minutos de actividad física a la semana, que son 30 minutos cinco días. Y no pasar más de dos días sin hacer ejercicio. Diabetes tipo 2: la Asociación Americana de Diabetes establece que el ejercicio ayuda a bajar los niveles de azúcar del cuerpo, independientemente de la resistencia a la insulina.
Cuando los músculos están activos, tienen la habilidad de utilizar el azúcar para producir energía. Al producir esta energía, ayudan a disminuir los niveles de glucosa en la sangre. Está en ti activar este mecanismo mediante el ejercicio. Si padeces diabetes tipo 2, tienes que hacer ejercicio a diario, obliga’o, para ayudar a controlarla junto con medicamentos, o en caso de no padecerla, prevenirla. Si usas insulina, habla con tu médico antes de comenzar la actividad física. Estreñimiento: el ejercicio ayuda a tener movimientos intestinales regulares, si tienes estreñimiento, además de tomar agua e ingerir fibra, deberás ejercitarte. Camina, corre, baila, nada, corre bicicleta, pasea el perro, pasa el rastrillo, corta la grama, sube y baja escaleras. Y, al menos dos veces en semana, incluye ejercicio de pesas (resistencia). Comienza poco a poco. Pompéate con un outfit bonito y unos tenis cómodos. Búscate un pana o más para que se motiven y se diviertan mientras se ejercitan. Trata de ejercitarte a la misma hora, para que logres el hábito. Si tienes dudas sobre cuál actividad física, realizar habla con tu proveedor de salud.