Llevar las uñas pintadas y arregladas es un regla de oro para cualquier mujer que quiere mostrar la belleza de sus manos. Pero en la realeza británica esta norma no existe y desde 1970. ¿La razón? La Reina Isabel II instauró un decreto en el que las uñas al natural son lo único aceptable en la monarquía.
Es por eso que nunca verás en las duquesas Kate Middleton y Meghan Markle, esposas de los príncipes William y Harry, sus uñas pintadas con colores, así sean cálidos o poco llamativos.
Según los expertos, Kate usa un producto de la marca Essie que es muy natural y que sí está permitido dentro del protocolo real. Aunque no pueda usar colores llamativos, la Duquesa de Cambridge se somete a un tratamiento en las manos que incluye la exfoliación y masaje de las mismas para lucir unas manos siempre arregladas.
En el caso de Meghan Markle se conocía que era fiel al esmalte de uñas (de 12 €) de la firma Essie en tono Ballet Slippers.
En marzo pasado, Meghan se saltó el protocolo con sus uñas rosa pastel, pero desde que llegó a la realeza solo se le observa con sus uñas totalmente al natural, lo que demuestra que también se apegó a la norma impuesta por la reina Isabel II.
Extrañamente, Eugenia y Beatriz de York, nietas de la Reina Isabell II y miembros de la familia real británica, son libres de arreglarse las uñas de las de manos y hasta pueden lucirlas de color negro o rojo intenso si así lo desean.
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