Para 2030 el hombre finalmente podría poner un pie sobre Marte y por eso la NASA trabaja a toda prisa para desarrollar las casas en las que los astronautas enviados al planeta rojo, se instalen.
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Desde hace cuatro años, la agencia espacial estadounidense ha buscado resolver este problema, por lo que lanzó una convocatoria para incentivar a desarrolladores y creativos a diseñar un hábitat impreso en 3D, para este cometido.
El concurso, que tiene entre sus requisitos el uso de los recursos disponibles en el planeta, ha puesto a prueba a varios equipos y ahora está en la última etapa, con tres finalistas.
De los once trabajos presentados, la NASA escogió tres, que se repartirán un total de cien mil dólares -unos 67 millones de pesos chilenos- para la producción del prototipo de la cápsula marciana.
“El Reto de Hábitat Impreso en 3D de varios niveles pone a prueba a los equipos en varias áreas de la impresión 3D, incluido el software de modelado, el desarrollo de materiales y la construcción. Además de ayudar en la exploración del espacio humano, las tecnologías buscadas en esta competencia también podrían conducir a soluciones de vivienda de menor costo en la Tierra y otros beneficios”, dice la oficina espacial en su sitio web.
Los finalistas
El primer finalista es el formado por el grupo SEArch + y Apis Cor con sede en Nueva York, los que llevan varias etapas quedando como campeones. El equipo presentó su cápsula marciana con una estructura retorcida en la que sus moradores trabajan en laboratorios subterráneos y pueden recorrer una escalera espiral que cubre toda la torre.
Para iluminarse, el proyecto tiene ojos de buey repartidos en los laterales y según sus creadores la construcción es tan versátil que puede ser reforzada sin problemas a pesar del mal tiempo marciano.
En segundo lugar está el proyecto de Zoperhous, que considera el traslado al planeta rojo de una gran impresora 3D inspirada en la fisionomía de las arañas.
Con ella se podría crear una estructura que recuerda a las tiendas de campaña beduinas, que tendría que ser terminada con partes prefabricadas enviadas desde la Tierra. Una de sus mayores ventajas es que una vez utilizada la misión, la estructura puede movilizarse a una nueva ubicación.
El último finalista es el equipo Mars Incubator, integrado por ingenieros y artistas, los que presentaron un diseño modular que simula la forma de varias pelotas de fútbol, en as que cada una cumple una función específica.
Cabe mencionar que la ronda final, en la que se podrán ver las estructuras a escala será a principios de mayo, donde el equipo ganador será acreedor del gran premio de 800 mil dólares y obtener el mejor reconocimiento, convertirse en los creadores de la primera casa marciana.