A pesar de que la mayoría de las personas han logrado identificar los diferentes tipos de maltrato a la niñez, existen ciertas conductas por parte de los adultos que podrían afectar a los menores de edad.
Burlarse de los niños, dedicarle demasiado tiempo al celular y discusiones de parejas son algunas de las señales sutiles que la entidad Escape llama a estar alertas y trajo como parte de su campaña “No cruces la raya, porque los amas, oriéntate”, en el marco del mes de la prevención del maltrato.
Esto cobra aún más relevancia en momentos en que, según Escape, las investigaciones señalan que por cada caso o cada niño que recibe servicios en las agencias del Estado, existen dos afuera que nunca van a recibir el servicio. Según cifras de Puerto Rico, 16,000 niños y niñas recibieron servicios relacionados con el maltrato, por lo que el número estimado puede rondar los 50,000.
Ante esa realidad, Yadira Pizarro Quiles, directora ejecutiva de Escape, planteó que decidieron profundizar con una campaña que cree conciencia a los ciudadanos. “Pensamos en los papás, mamás, abuelos, cuidadores que son familias comunes, como todos conocemos, que quizás hay momentos en los que hacen cosas con los niños que entienden las siguieron en su infancia, su mamá o su papá la hicieron con ellos y no las identifican como conductas que pueden estar causando algún daño o que pueden convertirse en maltrato”, destacó Pizarro Quiles.
Entre los aspectos a considerar y estar alertas, mencionó cuando los papás se burlan de los niños y dicen: “Estás jugando como una nena” o “Ay, Dios mío, lo que tengo en casa es una nena”, en referencia a los varones. Otro comentario incluye decirle constantemente tonto, anormal o bruto. “Son comentarios que se vuelven cotidianos en la dinámica de la relación de la familia, pero que, a mediano y largo plazo, generan daños en los nenes y las nenas”, abundó la directora de la organización.
Otra conducta sobre la que buscan crear conciencia es dedicarle más tiempo al celular que a sus hijos. “Un discurso generalizado es que los adolescentes se pasan pegados a los aparatos electrónicos, cosa que puede ser cierta, pero cuando uno mira muchas familias los adultos están haciendo exactamente lo mismo”, manifestó. La experta argumentó que podría convertirse en “negligencia emocional”, ya que los niños y niñas requieren la atención de los adultos. “La pregunta que uno se hace es quién está conversando con los niños”, cuestionó.
También abordó las discusiones de parejas como una conducta que hace daño a los menores de edad. “No es lo mismo que los niños vean que hay unas diferencias que se están manejando a que continuamente estén peleando e insultando a la pareja, gritándole, tirando 20 cosas con los nenes ahí”, añadió. Comparó que hay situaciones en las que, si bien los adultos se sienten incómodos con esas conductas, con los niños funciona igual.
“Hay una visión de que el daño y maltrato a los niños es daño físico extremo, agresión sexual, tirarlos contra la pared, pero lo que queremos es despertar la conciencia de que hay cosas en que tenemos que fijarnos”, sostuvo.
Llamado tras el huracán María
La experta reconoció que tras el azote del fenómeno atmosférico, a la isla le tomará de tres a cinco años adicionales al año y medio que ya va del paso de María.
“Los niveles de estrés han aumentado. Lo que nosotros estamos viendo en nuestras oficinas de servicios son muchas más familias, muchos más adultos con una gran dificultad para manejar el coraje, manejar el control”, adujo.
Pizarro Quiles mencionó que luego del huracán añadieron servicios psicológicos gratuitos en la cuenca oeste de la isla, y en estas últimas seis semanas, el equipo de trabajo ha estado manejando dos ideas suicidas cada semana. “Eso no pasaba; eso no lo veíamos. Principalmente, son mujeres solas, criando, o familias vulnerables que luego del huracán ha sido más difícil”, precisó la portavoz de la entidad.
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