Estilo de Vida

Pedro Julio recuerda el día que se aceptó como quería ser

Reflexionó sobre el momento y aseguró que el pecado real es la homofobia

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El activista de derechos humanos para la Comunidad LGBTTI Pedro Julio Serrano recordó el momento en que decidió aceptarse como realmente deseaba ser.

Aseguró que nadie debe cambiar para complacer a alguna religión, sociedad o personas en específico.

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Serrano dijo que todo comenzó en una Semana Santa hace 25 años, cuando viajó hacia el Santuario de la Virgen del Pozo en Sabana Grande impulsado por una maestra que les pidió que visitaran la mayor cantidad de pueblos que pudieran.

Después de entrar a la capilla y realizar la promesa —”Si haces que me gusten las mujeres, hago lo que me pidas”— entendió que había hecho lo correcto, pero meses después regresó para deshacerlo todo.

“Unos meses después, volví. Retiré mi promesa. Nada podía cambiarme – y más importante aún: yo no quería cambiar. Había reconocido quien soy en realidad”, relató.

“No podía entender – y aún no entiendo – por qué se empeñan en cambiar lo que no se tiene que cambiar. Me tomó tiempo pero lo entendí: el pecado no es la homosexualidad; el pecado es la homofobia”, añadió.

Lee todo lo demás que dijo:

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