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Plumas, joyas y “camp” dentro de la Met Gala 2019

El tema de la gala de este año era la estética del "camp", no exactamente de un campamento de verano. Plumas, joyas y “camp” dentro de la Met Gala 2019

NUEVA YORK — El bar estaba cerrando cuando se pidió a los invitados que se encaminasen por los majestuosos pasillos del Museo Metropolitano de Arte para la cena. Pero Joan Collins acababa de entrar a lo grande, interpretando a su famoso personaje de “Dinastía”, Alexis, con un suave vestido de capas de plumas y montones de diamantes deslumbrantes. Y Alexis quería una copa de vino.

“La estoy pasando de lo mejor”, dijo Collins de su primera gala del Met. “Estaría aún mejor si tuviera un trago”.

El tema sartorial de la gala de este año era el “camp” _ no el campamento de verano, sino la estética del camp y su influencia en la moda, como explora la nueva exposición del museo, “Camp: Notes on Fashion”. No era un tema fácil de entender; las instrucciones para los invitados eran vestirse con una “trivialidad estudiada”.

Pero aunque los resultados variaron ampliamente —Katy Perry se vistió como un gran candelabro encendido (y más tarde como una hamburguesa con queso) mientras Kanye West usó una sencilla chaqueta negra de unos 40 dólares — sí hubo algunos atuendos atinados, y el de Collins fue uno de ellos.

“Soy una virgen de la gala del Met”, dijo la actriz, “así que pensé venir como mi personaje, Alexis Morell Carrington Colby Dexter Rowan, y recibirlo con los brazos abiertos. Todos SIEMPRE decían que ella era ‘camp’”.

Pero ni Collins, con su brillante tiara de diamantes, pudo superar a la campeona del “camp” de todos los tiempos, Lady Gaga. La superestrella pop montó un espectáculo de variedades virtual en la alfombra roja, mudando lentamente una serie de tres trajes hasta quedar en ropa interior negra.

Celine Dion dio otro tipo de espectáculo con una creación supremamente confeccionada por Fernando García y Laura Kim de Oscar de la Renta, inspirada en la película de 1941 “Ziegfeld Girl” (“Las follies de Ziegfield”) con Judy Garland (una heroína del “camp”, por supuesto).

Adentro, Dion exploró la exposición con sus diseñadores, y confesó que, “honestamente, incluso ahora no entiendo lo que es ‘camp’”. No importa: García y Kim hicieron su tarea de investigación y el resultado fue un traje de vedette de Las Vegas con incontables hebras de cuentas de vidrio doradas y plateadas que tomó miles de horas crear, combinado con un tocado de plumas puntiagudo.

“Simplemente me siento honrada de que ellos hayan querido que yo fuera parte de todo este proceso”, dijo Dion.

Tras recorrer la alfombra roja, que de hecho era rosada, los invitados entraron al vasto Gran Salón del Met, donde fueron recibidos por un enorme arreglo de rosas coronado con flamencos rosados.

Algunos visitaron la exhibición, mientras que otros se dirigieron directamente al espacioso Petrie Court del museo para beber cocteles y comer crujientes entremeses de róbalo, foie gras y mini emparedados de tocino, lechuga y tomate.

La modelo Ashley Graham, en su tercera gala del Met, confesó riendo que cuando se enteró del tema de este año lo primero que pensó fue “¡niñas exploradoras!”.

Pero le gustó lo que aprendió sobre “camp”. “Es extra”, dijo. “Feliz y orgullosamente exagerado”. Ese era el espíritu de su atuendo, señaló sobre su vestido de blazer corto de Dapper Dan para Gucci, delineador verde en los ojos, mallas brillantes, y un bolso de Judith Leiber en forma de un enorme celular dorado retro.

“Es la versión exagerada de mí misma”, explicó del look. “Grande, audaz, pero aún yo”.

Laverne Cox no tuvo problemas para entender el tema. Cuando estudió en la universidad de Marymount Manhattan, estaba “obsesionada con Susan Sontag”, la autora del ensayo de 58 puntos “Notes on ’Camp'”, sobre el cual se basa la exhibición del Met.

De hecho Cox, una de las estrellas de “Orange is the New Black” y la primera persona abiertamente transgénero en ser nominada a un Emmy, pudo ofrecer varias definiciones de “camp”.

“Es por supuesto artificial, pero también parodia”, dijo en un escultural vestido de Christian Siriano que llevó con el cabello turquesa. “Es un comentario cultural”.

Billy Porter, por su parte, solidificó su reputación como astro de la alfombra al hacer una entrada dramática como una deidad egipcia del sol en una camilla cargada por seis hombres sin camisa. Su atuendo dorado, incluyendo cabeza y rostro, además de unas enormes plumas, fue diseñado por The Blonds.

“Los chicos hoy lo llaman ser ’extra'”, dijo adentro el astro de “Pose” sobre la estética “camp”. “Es tomar algo y hacerlo explotar al grado máximo. En el pasado se ha usado como un peyorativo, pero este año se recupera”.

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