Durante nueve años, Game of Thrones creó un fenómeno cultural a nivel global: sus últimas temporadas fueron reseñadas por millones de personas en todo el mundo y según cifras de Nielsen, tan solo en Estados Unidos, 13.6 millones de espectadores vieron su episodio final, llegando al nivel de rating de un partido de la NFL. Pero la historia de Tyrion, Daenerys y Jon se compara también con otro universo de ficción que durante años ha capturado la atención y ha generado amores y odios, si se habla de impacto cultural: El MCU de Marvel (su universo cinematográfico), ha llegado a su final con “Avengers Endgame”, con dos billones de dólares recaudados en taquilla en su segunda semana a nivel global. Y entre spoilers, comentarios de redes sociales y millones de opiniones de fans, ha surgido también la emoción colectiva. Muchos, descontentos con la última temporada de la serie de HBO, han firmado ya una petición en Change.org para rehacer su final y luego de cada capítulo hubo miles de análisis en todos los formatos, así como memes y otro tipo de reacciones.
Por otro lado, se ha sabido de historias de reacciones extremas de los fans del MCU luego del final (que como el del universo de George R.R. Martin ha dejado muchos corazones rotos), como el de una joven en China que no paró de llorar toda la película y fue llevada a urgencias por su reacción. Pero, ¿por qué la ficción sigue causando este tipo de estados?
Parte de la familia
El fenómeno no es nuevo: ya ha sucedido con películas como “Star Wars” o con “El Exorcista”, que llevó a los espectadores, a muchos de ellos, a tener una reacción masiva de desagrado. Cuando en “Dallas” los espectadores se quedaron sin saber quién mató a “J.R”, también hubo un estado masivo de conmoción. Y ahora, con las redes sociales, eso es más plausible y tangible. Estos productos no son solo ficción y prueban que a pesar de que transcurran las décadas, sus universos y personajes llegan a calar tanto, que son honrados no solo con cosplay o merchandising, sino también se habla de ellos como si estuvieran presentes.
Más aún cuando las series están en su auge y se han vuelto parte fundamental de la cotidianidad de millones de personas, a la hora de llenar sus ratos de ocio y moldear sus prácticas culturales y sociales.
“Creo que con este tipo de sagas, bueno, comenzaron años antes y crearon todo un universo en el que la gente pudo introducirse e identificarse y cuando terminó todo, la gente que llegó verdaderamente a involucrarse con ellas tiene una fuerte opinión sobre las mismas. No me gusta sobredimensionar las cosas, pero hay que entender que en esta posición te vuelves parte de una familia. Y en esta, tu tienes opinión sobre la persona con quien tu pariente se va a casar, por ejemplo. Eso se refleja por ejemplo en el sentimiento después de todos estos años de ver ‘Game of Thrones’: el nivel de envolvimiento de los fans en algunos casos es realmente poderoso, y al ver la manera en cómo terminó, todos hacen precisamente este papel”, explica a METRO el experto en cultura pop Robert Thompson.
Pasa y nos sigue pasando: desde Darth Vader, Harry Potter hasta Tyrion Lannister, o Carrie Bradshaw, la nana Fine y la misma Eleven de “Stranger Things”, las personas han visto en ellos y en sus universos una manera de representarse, o de identificarse. Las redes sociales solo manifiestan cómo llegan a ser identificables para tantas personas en niveles distintos y cuánto llega un show, una ficción, a representar valores con los que ellos discrepan o que les representan de inmediato.
“Y si la gente llora luego de un episodio de Game of Thrones eso prueba que ahí hacen las cosas bien. No fui fan del episodio final, pero en la mayor parte de las temporadas, el show mostró que era poderoso al involucrar gente. Este nos mostró otro mundo y cuando este terminó, pues ha sido natural que mucha gente se sienta triste. El storytelling evoca una respuesta emocional. No lloramos al final de un mal show de televisión”, enfatiza Thompson.
Les pasó a nuestros padres y abuelos con Vito Corleone y Scarlett O’ Hara, y nos seguirá pasando a nosotros no solo con “Game of Thrones” o los “Avengers”. En el futuro habrán otras series y personajes que sigan causando lo mismo, a pesar del cambio de formato y cómo este llega a ser recibido en diferentes audiencias. Y claro, a pesar de los spoilers, con los que tantos se enojan, como en los tiempos de antaño.
P&R
Robert Thompson profesor titular de Televisión y Cultura Popular en la Escuela de Comunicaciones Públicas de Newhouse en la Universidad de Syracuse y director fundador del Centro Bleier para Televisión y Cultura Popular.
¿Por qué shows como “Game of Thrones” o películas como la de los “Avengers” llegan a provocar reacciones extremas en los fans? Por ejemplo, una lloró en las tres horas que duró la película.
–Hay varias maneras de ver esto: cualquiera que tenga la suerte suficiente de llorar luego del final de una serie de TV debería estar feliz: no está nada mal con él. Mucha gente llora por cosas realmente terribles. Un despido, un duelo. Cosas que pasan. Pero si tu vida está lo suficientemente bien como para reservar tus lágrimas para un programa de TV, adelante. Y por otro lado si una historia está muy bien contada, claro que te envolverá. Una gran obra, película, tiene ese poder de hacernos llorar. Si el storytelling está bien hecho, nos involucramos tanto que puede cambiar nuestro mood.
¿Qué piensa de la gente que suele decir “es solo ficción, madura”?
–Si hubiera sido así, no hubiera dedicado mi vida entera a estudiar la ficción. Cuando leí a Shakespeare, este cambió mi vida. Creo en la importancia del arte y la literatura. Y cuando alguien le dice eso a otra persona, no entiende su significado real. Decirle esto también a alguien es decirle a un maestro de literatura “madura, ¿por qué pasas tanto tiempo en esas novelas?”. Y él lo hace porque sencillamente estas novelas son grandiosas y representan algo importante. Si alguien reacciona emocionalmente ante una pieza artística, yo admiro eso. Si alguien le dice “madura” a una persona, no admiro eso.
Hemos visto series antes como “Yo, Claudio”, que fueron impactantes en su momento, pero “Game of Thrones” causó un fenómeno masivo. ¿Por qué?
–Porque fue muy bien ejecutada, tenía un gran presupuesto, creo un gran mundo que atrajo a miles de espectadores, tuvo gran promoción, pero al final, creo que la mayoría respondió bien fue al gran storytelling: tienes muchos personajes de los que te preocupas y tuvo muchos momentos emocionantes. Y en el final muchos esperaban vivir precisamente lo que esos momentos previos les hicieron sentir. Y muchos no sintieron eso.
¿Habrá otro fenómeno como el de “Game of Thrones” o el MCU de Marvel?
–Cuando “Los Soprano” acabaron, muchos pensaron que HBO no saldría con nada más, hasta que llegó “Game of Thrones”. No he visto un programa actualmente que sea un fenómeno cultural, pero no significa que no pueda volver a pasar. “Game of Thrones” capturó la imaginación del mundo y no hay razón para decir que no volverá a pasar.
¿Qué piensa de la petición de Change.org para cambiar el final de “Game of Thrones”?
–Que es ridícula, pero eso muestra que el show ha comprometido a nivel emocional tal a las personas, que creen que pueden intervenir en la historia. Seguro esto le pasó a Dickens, cuando escribía sus novelas, la gente creía que podía reescribirlas. Pero el hecho es que los autores de productos culturales, hacen lo que hacen y la gente cree que puede intervenir, pero no es así. Ahora en la era de redes sociales, la gente tiene más voz sobre estas cosas. Ahora, el problema de rehacer “Game of Thrones” es este: ¿quién pagará por ello?