Cuando Laura caminó hacia el estrado para declarar en Maidstone Crown Court cómo habían ocurridos los hechos del pasado octubre, su marido le dio una mirada fugaz y tras ello fijó su vista en el piso.
Ahí comenzó el relato de la noche de terror que había vivido a manos de su esposo Shaun May, el que intentó asesinarla en la casa en la que vivían.
La pareja estaba en el dormitorio en un segundo piso, y el hombre de 34 años bajó a la planta baja porque dijo que había escuchado unos ruidos.
Tras no “encontrar” a nadie, regresó a la habitación y luego de tener relaciones sexuales miró a su esposa y le señaló que “tenía un regalo” para ella, apunta The Sun.
“Me pidió que cerrara los ojos, que me recostara y colocó un paño sobre mis ojos”, manifestó Laura.
Ahí comenzó una cuenta regresiva: “diez, nuevo ocho”, y cada vez que llegaba al “dos” la reiniciaba.
Luego de un largo tiempo de espera, la joven le dijo que era mejor que la sorpresa fuera el cachorro del que habían estado hablando, pero May le respondió “no es un cachorro”.
Laura dice que todo quedó en silencio y en un momento sintió “una presión sobre el hombre” y creyó que le había tirado un animal porque “algo” la estaba arañando.
Su esposo le clavó un cuchillo entre el hombro y el cuello, e hizo tanta presión que terminó quebrando el mango del cuchillo.
“Esto no es real”, gritó Laura cuando se sacó el paño de los ojos y vio a su esposo con un cuchillo en cada mano y éste le decía que se iba a suicidar.
May le gritó que lo habían despedido y que no iba a poder pagar la hipoteca de la casa y que por eso había tomado dicha determinación.
Al final, llevó a su esposa al hospital y dijo que ella se había lastimado, pero el personal llamó de casi de inmediato a la policía.
Durante el juicio, May negó los cargos de intento de asesinato, aunque reconoció que había apuñalado a su esposa, pero la evidencia era tan contundente que fue declarado culpable.
Ahora deberá esperar hsta octubre, cuando el tribunal determine la sentencia que deberá cumplir.