Un pantalón de segunda mano o una camisa a la cual le has dado uso varios veces no debe significar que debe ser desechada o permanecer en el olvido. Para Kenia Barbosar darle un nuevo aire a distintos ajuares se ha convertido en una de sus pasiones y en una misión para educar sobre el reciclaje de textiles.
Y es que, esta joven de 20 años descubrió que la vida útil de muchas vestimentas no desaparece con unos años de uso y que con unas puntadas y cosidos es posible transformarlos. Barbosar contó, además, que su encuentro con estas piezas fue algo casual y que no fue hasta que subió una foto en sus redes sociales que se percató del impacto de transformar estas piezas de segunda mano. Narró que, en poco tiempo, su creación se viralizó. Esto, contó Barbosar, la motivó a continuar restaurando distintos atuendos y compartirlo en sus plataformas de redes sociales.
Pero desarrollar una moda sustentable también se convirtió en el epicentro de su encomienda.
“Me motivó a continuar subiendo piezas para que la gente también se motive a conservar el ambiente y a que también creen conciencia en torno al reciclaje porque la segunda industria que más contamina en el planeta es la industria textil”, señaló la joven en entrevista telefónica con Metro.
El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente precisó en 2019 que la manufactura de ropa y calzado produce el 8 % de los gases de efecto invernadero. Además, la organización internacional destacó que la industria de la moda es responsable del 20 % del desperdicio total de agua en el mundo.
Barbosar comentó que ha convertido pantalones en vestidos cortos e, incluso, con tela de un pantalón logró crearle una camisa. A todas luces, no hay pieza de textil que la joven mayagüezana no pueda renovar y retocar.
Mencionó que al trabajar en una tienda de ropa de segunda mano —también conocido como thrift shop— se ha percatado de que, en ocasiones, las personas entregan ropa nueva y sin usar. Por eso, puntualizó que las personas pueden darle un giro a estas piezas y deben evitar desecharlas.
“Hay mucha gente que no tienen el presupuesto y no están bien económicamente para estar comprando ropa semanal”, subrayó. De esta forma, Barbosar también espera crear su propia tienda virtual de vestimenta de segunda mano con nuevos toques. Anticipó, además, que está por lanzar su propio canal de YouTube para orientar a las personas sobre cómo ofrecerle una segunda oportunidad a estos textiles y hasta aspectos básicos sobre el oficio de la sastrería.
De hecho, Barbosar, quien comenzó estudiando Periodismo y Teatro, confesó que cambiará de rumbo y estudiará Diseño de Modas y Administración. De esta forma, espera que sus seguidores entiendan que siempre hay una segunda vuelta para las piezas que están en los rincones oscuros de nuestros armarios.
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