Lo que debiera significar una época de felicidad y unión familiar no siempre es la misma realidad para todos y todas.
De hecho, en esta época de fiestas y celebración, se tienden a exacerbar la depresión, el estrés y la ansiedad en algunas personas. De acuerdo con la presidenta del grupo de Servicios Especializados en Psicología e Integrativos (SEPI), Amarilis Ramos Rivera, “se relaciona la Navidad con el estrés y la depresión porque va a ir dirigido a las altas expectativas que se tiene del concepto de la Navidad”.
“A nivel social, tenemos unas altas expectativas de lo que debe ser la Navidad, de que en el componente familiar debemos asistir a las fiestas de Navidad, despedir el año con toda la familia y amistades, aún independientemente de cómo nos vamos a sentir”, explicó la psicóloga.
Otro aspecto que influye es que, económicamente, se espera que haya regalos, y existe la percepción de que “mientras más costosos, mejor”, lo que, según la experta, también podría ir generando estrés, angustia y tristeza.
Además, durante el año pudieron haber tenido alguna situación de pérdida, ya sea la muerte de un familiar, la pérdida de un empleo o el fin de una relación amorosa o de amistad. “En navidades es cuando estamos celebrando con nuestros seres queridos, pues comienzan a resurgir recuerdos de cómo eran esas navidades con esas personas, y comenzamos a comparar cómo son las navidades de una persona con las navidades nuestras”, detalló Ramos Rivera. Enfatizó que el proceso de duelo es válido pasarlo. Los jóvenes también pueden sufrir de esto, pues tienden a compararse con otras familias o, económicamente, si no tienen los regalos que quieren, así como también pueden estar pasando por algún duelo.
Otra afección es la ansiedad, que surge porque no se pueden cumplir con “las expectativas de lo que la gente espera de mí en un entorno social para el puertorriqueño, cuando quizás quiero estar en mi casa”.
“Como individuos tenemos que complacer nuestros propios intereses, no dejarnos llevar por lo que esperan los demás de nosotros, sino por lo que nosotros queremos y lo que nos hace sentir mejor”, precisó Ramos Rivera. Ante ello, invitó a que, quienes padezcan estos síntomas, “tomemos una decisión no basada en lo que quieren los demás, sino en lo que nosotros deseamos”.
“El concepto de la Navidad es importante que cada individuo lo pueda vivir de la manera que se sienta más a gusto, siempre que sea saludable para sí. No tenemos que complacer a la sociedad con una expectativa de lo que ellos quieren, sino de lo que nos hace felices a nosotros”, reflexionó la portavoz de SEPI.
En cuanto a los familiares, es importante reconocer “que si disfruta más en este tiempo estando solo, tenemos que ser empáticos y reconocer que no todo el tiempo las personas que están en nuestro lado quieren ir a una fiesta”.
Atención al consumo de alcohol
La psicóloga advirtió que quienes padecen de enfermedades mentales o de depresión podrían aumentar el consumo de alcohol.
“La manera de identificar que una persona está deprimida es que se aleja de las personas o se pone muy escandaloso, alzar la voz en las fiestas, tener alto consumo de alcohol para mejorar el estado de ánimo”, explicó.
Señaló que “puede ser muy común en esta temporada porque se quiere cumplir con expectativas que tiene la gente y de las fiestas, aunque no se sienta bien”.
“El concepto de la Navidad es importante que cada individuo lo pueda vivir de la manera que se sienta más a gusto, siempre que sea saludable para sí. No tenemos que complacer a la sociedad con una expectativa de lo que ellos quieren, sino de lo que nos hace felices a nosotros”, reflexionó la portavoz de SEPI.
En cuanto a los familiares, es importante reconocer “que si disfruta más en este tiempo estando solo, tenemos que ser empáticos y reconocer que no todo el tiempo las personas que están en nuestro lado quieren ir a una fiesta”.