Los casuarios son aves poco conocidas, principalmente porque se trata de seres tímidos que viven al interior de las selvas tropicales en Nueva Guinea.
Pese a su timidez, son reconocidos como las aves más peligrosas del mundo, por las poderosas defensas que tienen sus cuerpos.
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Son una especie que entra poco en contacto. Pese a que alcanzan casi los dos metros de altura, siempre están en lo más profundo de las selvas lluviosas de Nueva Guinea.
Por lo mismo son poco sociables. Los machos, sobre todo, al sentirse amenazados, pues reaccionar son suma violencia, en un ataque que se asemeja al del velociraptor.
Los casuarios poseen unas matas muy grandes con garras pronunciadas de 10 centímetros y de tremenda fuerza, capaz de generar heridas muy profundas y desgarrar grandes áreas.
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Patas poderosas
No son voladoras, por lo que desarrollan una gran musculatura en las piernas, lo que hace más peligrosas las garras de sus patas. Pueden alcanzar 50 kilómetros por hora corriendo.
Una sola patada de un casuario puede ser mortal, incluso, para una persona adulta.
En la cabeza, en tanto, poseen un protuberancia ósea muy distintiva llamada casco, la que también pueden usar como elemento de ataque y puede causar heridas importantes.
Las características de ataque de los casuarios han sido comparadas con la de los velociraptor: en ambos casos usaban sus poderosas garras para atacar el cuello y el estómago de sus presas o adversarios.
Un solo golpe bastaba para acabar con sus víctimas.
