Las redes sociales suelen mostrar una vida irreal de sus usuarios, bastante alejada de lo que sufren del otro lado de las pantallas. La muerte de la youtuber Gabby Petito es un ejemplo de ello.
Una vida feliz, viajes y una relación amorosa perfecta era lo que presumía la joven de 22 años, sin embargo, su final reveló su verdadera realidad.
Las plataformas digitales acogen una doble realidad, basada en la imagen perfecta que millones de usuarios se esfuerzan por mostrar, incluso para seguir sumando seguidores.
La vida irreal de Gabby Petito
Petito era una aspirante a bloguera que creció en Long Island, donde conoció a su prometido, Brian Laundrie.
La pareja emprendió un viaje en su furgoneta Ford Transit desde donde compartían sus aventuras.
Gabby había trabajado como mesera para ahorrar y realizar el que había tildado como el viaje de sus sueños que terminó siendo su peor pesadilla.
En redes sociales, fue mostrando la travesía con la etiqueta ‘#VanLife’ (‘#VidaEnCamioneta’).
Aunque lucían como una pareja felizmente enamorada no compartían los malos ratos que pasaban, en los que incluso llegó a estar involucrada la policía.
Las señales del peligro
El pasado 12 de agosto Melissa Hulls, una guardabosques del Parque Nacional Arches recibió la denuncia de un altercado entre Petito y Laundrie.
Según las autoridades Laundrie se quedó en un hotel esa noche, mientras que Petito se quedó con la camioneta.
El 911 también reportó una llamada de un hombre que informaba sobre la discusión entre una joven y su novio y este la maltrataba.
En una de las ultimas fotografías del joven agradece la compañía de su novia.
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