Farándula

Con lágrimas y tatuajes fans recuerdan a Prince

MINNEAPOLIS (AP) — Para los fans de Prince, el primer aniversario luctuoso tras su intempestiva muerte por una sobredosis accidental de drogas ha sido un momento de tristeza y celebración.

El viernes se cumplió un año de que el superastro musical apareciera sin vida en Paisley Park, el complejo a las afueras de Minneapolis donde vivía y tenía su estudio. Admiradores de todo el mundo llegaron al lugar, que ha sido convertido en museo, para cuatro días de conmemoraciones que incluyen presentaciones de los ex compañeros de banda de Prince y conversatorios. Las actividades tienen un costo de 549 dólares, pero aquellos con un presupuesto más reducido pueden asistir a una fiesta callejera afuera de First Avenue, el club que Prince hizo famoso en “Purple Rain”. Y el museo Centro Histórico de Minnesota presentará una exposición especial de objetos de Prince, incluyendo su emblemático traje de “Purple Rain”. A continuación algunos de los detalles sobre los homenajes al astro. MANEJAR SEIS HORAS POR PRINCE Mary Adams y su hija de 10 años, Rachel, visitaron First Avenue el viernes para tomarse una foto frente a la estrella de Prince, que cambió el color plata por oro tras su muerte. Madre e hija hicieron un viaje de seis horas por carretera desde Kansas City, Missouri, y escucharon a Prince todo el camino. “Necesitaba venir aquí”, dijo Adams, de 50 años. “Aquí es donde comenzó todo”. Adams creció oyendo la música de Prince. Después de que su astro murió se hizo su primer tatuaje, el símbolo de Prince con lirios en su brazo. “Ahora siempre estará conmigo”, dijo. Adams, quien es actriz, señaló que la tenacidad y deseos de Prince de hacer las cosas a su manera le ayudó a darse cuenta que está bien ser ella misma. “Lo amo por eso, y siempre lo haré”, dijo con la voz entrecortada. También planeaba ir a la casa en Minneapolis que se volvió famosa en la película “Purple Rain” y al viejo barrio de Prince. Ella y su hija fueron a Paisley Park pero no les permitieron dejar una tarjeta y una guirnalda morada para el cantante en la reja de la propiedad. “Este debería ser un momento en el que puedes ir y rendir un homenaje y despedirte. Parece que tienes que pagar una fortuna para poder entrar, eso me entristece mucho”, dijo. “No creo que a él le habría gustado eso”. EL DOLOR DE LA PERDIDA Malinda Listenbee, de 46 años, de Huntsville, Alabama, llevaba una camiseta de Prince mientras esperaba con su esposo Ulton para entrar a Paisley Park. Recordó que se enteró de la muerte de Prince hace un año cuando oyó a unas enfermeras hablar al respecto mientras estaba en una consulta médica. Dijo que sintió como si hubiera perdido a un miembro de su familia. “Era una persona que cuidaba de los demás, una persona generosa y sentía como si lo conociera personalmente”, dijo. La pareja ya había visitado Paisley Park en noviembre, cuando hizo un recorrido con invitados especiales y jugó en la mesa de ping-pong de Prince. “Creo que es un momento de celebrar”, dijo Listenbee. “Este es un lugar feliz”. EL EJERCITO MORADO DE PRINCE Rhonda Soso, de Compton, California, estaba entre las fans que tomaban fotos fuera de Paisley Park. Llevaba un arete con la forma del símbolo de Prince, que también tenía pintado con spray negro sobre sus pantalones blancos. Soso dijo que estaba ahí “para ser parte de la familia morada, el ejército morado”. Agregó que era difícil no tener a Prince, pero “su espíritu y su energía sigue con nosotros”. LA GENTE LOCAL AMA A SU PRÍNCIPE Liz Larson, de 36 años, originaria de Minneapolis, se detuvo frente a la estrella en First Avenue de camino a su trabajo el viernes para rendir homenaje. Dijo que su madre fue cantante en la década de 1980 y que a veces se divertía con Prince en First Avenue. Larson recodó haber asistido ahí a conciertos en los que Prince se aparecía para tocar. La música de Prince “era algo que siempre podías poner si querías que la gente bailara en una fiesta”, dijo. “Siempre levantaba el ánimo”. Larson se sintió sola el año pasado cuando el arista murió. Estaba en un viaje de negocios con compañeros de trabajo que no compartieron su dolor. El sábado planea ir a la fiesta callejera de First Avenue con su esposo y su hijo de seis meses vestido con un mameluco de Prince. Ryan Matson, de 39 años, de Ramsey, también se detuvo cerca de la estrella de Prince para sacar una foto. Dijo que siempre le gustó la música del astro, “pero tras su muerte uno comienza a encontrar el gusto por sus canciones otra vez”. Planeaba ir a su casa después de trabajar para tomar unas cervezas y ver “Purple Rain”.

 

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