Para muchas personas, los insectos son las cosas más asquerosas que pueden existir. Razón para fobias, plagas para muchos, y propagadores de enfermedades, los insectos no son algo en lo que muchas personas podrían pensar como “deliciosos”. Pero eso es exactamente lo que Valerie Stull opina sobre ellos.
No solo deliciosos, sino saludables también. Stull, recién graduada del Instituto Madison Nelson de Estudios Ambientales de la Universidad de Wisconsin, es la autora principal de un nuevo estudio clínico publicado en el diario Scientific Reports, en el cual habla acerca de los beneficios de comer grillos (también conocidos como chapulines o saltamontes) para la flora intestinal humana.
De acuerdo al estudio, consumir grillos (y otros insectos) puede apoyar en la creación de bacterias intestinales beneficiosas para los humanos, sin ningún tipo de efectos secundarios negativos.
El experimento de una dieta con insectos
El estudio contó con 20 mujeres y hombres saludables con edades de entre 18 y 48 años. Durante dos semanas, se sometieron a dietas estrictas: la mitad tuvo un desayuno control, la otra mitad tuvo un desayuno que incluía 25 gramos de grillos triturados en panecillos y licuados. Luego de las dos semanas tuvieron un periodo de “limpieza” por otras dos semanas, y al terminar este, pasaron otras dos semanas con la dieta contraria.
Los participantes llevaron el control y registro de sus dietas por su propia cuenta, con los investigadores solo llevando a cabo las pruebas sin saber quién tenía cual dieta. Estas pruebas consistieron de muestras de sangre, muestras de excreta y un cuestionario acerca de actividad gastrointestinal antes de la primera dieta, y después de la segunda dieta.
Los participantes no reportaron ningún cambio en cómo se sentían gastrointestinalmente, y los investigadores no hallaron evidencia alguna de cambios en la producción de compuestos microbianos. Sin embargo, si hallaron un incremento en la enzima metabólica asociada con salud intestinal y una reducción en la proteína inflamatoria TNF-alpha en la sangre.
Stull y los otros investigadores quieren realizar más pruebas con dietas que incluyan insectos, pues piensan que estos pueden ser el futuro de la nutrición en los Estados Unidos. “Este muy pequeño estudio muestra que esto es algo que vale la pena considerar en el futuro cuando se promuevan insectos como una fuente de alimento sustentable(sic)”, afirmó Stull.
Los insectos ya son parte de la dieta de muchos
Pues si quieren pruebas de que esto es sustentable, ¡basta con tan solo ver a todos los demás países que lo hacen ya! Por ejemplo, en México existe una enorme cultura de insectos como alimentos, que si bien aún no es adoptada en algunos de los centros de población más grandes, como la Ciudad de México, es una práctica común en muchos de los estados de la república, incluso siendo considerados manjares y lujos por muchos.
Permítanme recomendarles un buen taco de chapulines, unos gusanos fritos y salados, escamoles en salsa, o inclusive alacrán tostadito en chile seco. Si, de verdad los puedes encontrar en algunos restaurantes en México, aunque seguro es más fácil en los estados sureños del país.
Son parte de la cultura indígena de México, y de la herencia que dejaron los primeros habitantes de esta región, ingredientes que jamás han dejado las cocinas de muchos. Son ingredientes repletos de proteína y de diferentes tipos de fibra, todos beneficios para el cuerpo humano.
Si alguna vez tienen la oportunidad de probar algún platillo que este hecho con insectos, atrévanse a probarlo. Puede ser una delicia que no encuentren en ningún otro lado. Y es posible que se trate de la comida del futuro.