A pesar de que la artritis reumatoide (AR) es una condición debilitante que pudiese tener un impacto en la movilidad del paciente y en su calidad de vida, cuando es tratada a tiempo y con un régimen recomendado por especialistas, el paciente podría tener un mejor pronóstico.
La AR ocurre cuando el sistema inmune de una persona ataca por error sus propios tejidos, incluyendo las articulaciones y hasta sus órganos. El padecimiento causa una inflamación muy dolorosa y con el tiempo, podría provocar una erosión de los huesos y hasta deformaciones de las coyunturas. Un acercamiento que incluya medicamentos, nutrición y actividad física, son claves para el tratamiento efectivo contra esta enfermedad.
Los medicamentos se administran de acuerdo a la necesidad del paciente. Existen corticoesteroides para tratar la inflamación a corto plazo, anti inflamatorios no esteroidales (NSAID) y medicamentos anti reumáticos para atender la sobre actividad del sistema inmune que causan la inflamación.
También se recomienda una dieta balanceada que incluya frutas, vegetales, granos, proteínas magras, y limitar el consumo de sodio, azúcares y alimentos procesados. Por otro lado, 20 a 25 minutos al día de actividad física moderada podrán hacer la diferencia. Puede incluir ejercicios de bajo impacto, así como de fortalecimiento muscular.
Prácticas como la meditación, respiración, presencia plena (mindfulness) y otros, han comprobado ser efectivas en mejorar la calidad de vida de los pacientes con artritis reumatoide.
Ahora bien, ¿cómo saber si una persona podría tener AR? Es importante identificar los síntomas, que incluyen: rigidez matutina, inflamación, dolor, enrojecimiento, fatiga, malestar y pérdida de apetito. Si usted o alguien que conoce experimenta estos síntomas, es importante que hable con su médico al respecto.