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Aunque en países como México el aborto es legal hasta los tres meses, y las pastillas del “día después” se venden en farmacias, en Colombia parecen retroceder ante los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres. De hecho, hay dos procesos de nulidad de las sentencias T841 de 2011 y T627 de 2012.
Si se anulan estas sentencias, las mujeres no tendrían acceso en su plan de salud a las pastillas del “día después”. Todo está en manos de la Corte Constitucional de aquel país.
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Por otro lado, también se le ordenaría al procuradador Alejandro Ordóñez de rectificar su información acerca de su oposición hacia las dos sentencias. Este afirmó (y tuvo que rectificar) que estas pastillas eran “abortivas”.
En un país en el que el 60% de los embarazos son indeseados y donde cada hora dos niñas son víctimas de abuso sexual y la desinformación rampante, aclaramos las diferencias entre una y otra.
Pastilla del Día Después
Tiene levornogestrel, una hormona sintética que se usa para prevenir el embarazo luego de una relación sexual sin protección. Evita la fecundación por parte de los espermatozoides. Modifica también el recubrimiento interno del útero para evitar el desarrollo de un embarazo, según el portal Medicina Plus.
Tiene hasta un 60 y 90 por ciento de efectividad, pero de todos modos no es una pastilla abortiva, ya que su efecto puede fallar cuando ya se ha producido el embarazo. “Las píldoras anticonceptivas de emergencia no pueden interrumpir un embarazo establecido ni dañar al embrión en desarrollo”, afirma la OMS.
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Pastillas abortivas (Cycotec-Misoprostol)
Se usa para inducir el parto y, por lo tanto, para producir la interrupción del embarazo, ya que promueve las contracciones uterinas. De hecho, es más seguro que los demás fármacos que venden en el mercado y debe ser usado bajo supervisión médica, debido a la hemorragia producida por la rotura uterina, informa la OMS.
De igual modo, solo debe utilizarse para interrumpir embarazos desde el primer trimestre, y desde 2007 esta organización publicó un protocolo seguro para su uso. En los países donde el aborto es ilegal, estas pastillas pueden adulterarse o usarse de forma irresponsable.
